Gendarme detenido en Venezuela: Argentina le pide ayuda a Brasil
Desde Buenos Aires alegan que los acuerdos del Mercosur contemplan que los países miembros del bloque tienen la posibilidad de solicitarle a sus pares que asuman las responsabilidades consulares en caso de no poder cumplirlas por situaciones excepcionales.
Desde el 8 de diciembre, Nahuel Gallo, un gendarme argentino, permanece detenido en Venezuela, tras intentar ingresar al país para visitar a su pareja e hijo. La falta de información oficial por parte del gobierno venezolano ha complicado aún más la situación, sumando incertidumbre para su familia y las autoridades argentinas. Aunque la relación diplomática entre Argentina y Venezuela no está completamente rota, la falta de conversaciones formales dificulta las gestiones para localizar al detenido.
Frente a la ausencia de diplomáticos argentinos en Venezuela, producto de la expulsión de los mismos por parte de Nicolás Maduro tras las elecciones de julio, el Gobierno argentino recurrió a Brasil para que asuma el rol de representación consular. A través de una carta enviada por el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino, se solicitó a Brasil que interceda por la situación de Gallo y se encargue de la gestión consular, tal como lo permite el Mercosur en circunstancias excepcionales.
La respuesta de Brasil: apoyo, pero con cautela
Si bien Brasil no rechazó la solicitud, la respuesta desde Brasilia ha sido más cautelosa de lo esperado. Aunque el gobierno de Lula da Silva expresó su apoyo a la Argentina, particularmente por la situación de los opositores venezolanos refugiados en Brasil, no se comprometió de forma activa a asumir todas las responsabilidades consulares en el caso del gendarme. Las tensiones diplomáticas entre Argentina y Brasil, en parte debido a la relación de Javier Milei con el Partido de los Trabajadores (PT), han influido en esta actitud más pasiva.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, incluyendo el contacto con otros países como Colombia y gestiones ante la ONU y la OEA, la situación sigue siendo incierta. Aunque Brasil continuará brindando respaldo, no se espera una intervención más decisiva en el corto plazo.