Luego de su salida de Newell's en 2023, Gabriel Heinze vuelve al ruedo, pero desde un lugar distinto. El "Gringo" será asistente técnico en el Arsenal de Inglaterra, integrando el equipo de trabajo de Mikel Arteta, con quien compartió vestuario en el PSG a comienzos de los 2000. El vínculo entre ambos no es casual: el propio Arteta lo señaló en entrevistas pasadas como una de sus grandes influencias en el fútbol.

Heinze ocupará el lugar que dejó vacante el español Carlos Cuesta García, quien tras cinco años como mano derecha de Arteta dio un paso al frente para dirigir al Parma en Italia, donde se convirtió en el entrenador más joven de la Serie B.

De jugador consagrado a referente del banquillo

Con una carrera como futbolista en clubes de peso como Manchester United, Real Madrid, Olympique de Marsella y PSG, Heinze se retiró en 2014 en Newell's. Desde entonces, dirigió en Godoy Cruz, Argentinos Juniors, Vélez, Atlanta United y el club rosarino. Aunque nunca logró dar el salto a un equipo grande del país, se mantuvo siempre en el radar por su estilo firme y convicciones marcadas.

Ahora, el desafío es diferente: integrarse a un cuerpo técnico que trabaja desde hace años y que viene de lograr importantes resultados. Arteta, al frente del Arsenal desde 2019, ya conquistó la FA Cup y dos Community Shield, y en las últimas tres temporadas clasificó al equipo a la Champions League.

Un perfil reservado y exigente, ahora en la elite europea

Heinze es un personaje peculiar del mundo del fútbol. Amante del bajo perfil, vive alejado del ruido mediático en su finca en Mendoza, donde produce su línea de vinos "Corazonada". Religioso, disciplinado, obsesivo y frontal, el Gringo se define como "un tipo complicado", pero también como alguien sensible y auténtico.

Su incorporación al staff técnico del Arsenal lo ubica en una liga de máxima exigencia y exposición. Allí compartirá equipo con Albert Stuivenberg, Nico Jover e Iñaki Cana, colaboradores históricos de Arteta. Como en su etapa de jugador, Heinze apuesta por aprender, aportar y crecer. Esta vez, desde un rol más silencioso, pero igualmente influyente.