Gabriel Abeldaño, el pibe que cumplió su sueño y busca asentarse en Atlético

El delantero vivió un 2025 inolvidable: debutó en Primera, fue goleador en el Torneo Proyección y se ganó un lugar en los planes de Hugo Colace.

Gabriel Abeldaño es de aquellos jugadores que no tuvieron todo servido para crecer en el fútbol profesional. Desde su crianza en el barrio 11 de Marzo y su paso fallido por Vélez hasta encontrar su camino bajo la disciplina transmitida por Hugo Colace.

Nació y se crió en el barrio 11 de Marzo, sus primeras gambetas aparecieron en un club de las cercanías, Amalia. Un amigo lo había incentivado a que juegue en el Villero, luego pasó por Tucumán Central, club en el que se formó durante dos años antes de que su carrera diera un giro importante.

Desde muy niño tuvo que alejarse de su familia

A los 12 años tuvo su primera gran prueba: Vélez lo buscó, en un intento de hacer crecer el semillero con futuras promesas. El Fortín lo recibió y lo alojó en su pensión por algunos meses.

La experiencia no fue sencilla, claro, se trata de un niño de 12 años que toma distancia de su familia para buscar un futuro en el fútbol. Finalmente decidió volver a Tucumán. Poco después, una oportunidad en Argentinos Juniors lo llevó nuevamente a Buenos Aires, donde permaneció cinco años, ya más fuerte y maduro para afrontar la vida lejos de casa.

En ATLÉTICO TUCUMÁN encontró pertenencia

Con el acompañamiento de su representante, llegó la prueba en Atlético Tucumán. Allí encajó desde el primer día y terminó convirtiéndose en una pieza clave en la Reserva. Hugo Colace lo fue guiando paso a paso y Abeldaño respondió siendo el máximo goleador de Atlético Tucumán en el Torneo Proyección.

El 20 de septiembre marcó un antes y un después. Ese día, ante River, debutó en Primera División reemplazando a Leandro Díaz y sumó sus primeros minutos con la camiseta que hoy lleva como profesional.

Ahora, el joven delantero de 20 años busca afianzarse en el esquema de Colace, sumar más rodaje y aprovechar la pretemporada para encarar un 2026 que aspira a que sea aún mejor. Con las salidas del "Loco" Díaz y Lisandro Cabrera, empieza a ganar terreno en el equipo, por eso su meta es concreta: consolidarse en el plantel superior y seguir creciendo.

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