Franco Colapinto volvió a subirse al Alpine en el Gran Premio de Países Bajos y lo hizo con un rendimiento destacado. En la segunda práctica libre, el argentino finalizó en la novena posición, su mejor ubicación desde que debutó en la Fórmula 1.

Tras una mañana marcada por las críticas de Flavio Briatore, el joven piloto se mostró tranquilo y satisfecho con lo conseguido.

El análisis del piloto argentino

Con la naturalidad que lo caracteriza, Colapinto explicó que el auto aún presenta comportamientos difíciles de entender: "De golpe salgo y tengo el doble de grip... es un poco no entender por qué. Cuando hay grip, la vuelta sale más fácil y está el tiempo. Fue una buena FP2, hay que seguir trabajando, pero es un buen paso".

También remarcó las áreas en las que debe mejorar: "Nos cuestan mucho las curvas lentas, es donde más tiempo pierdo. Pierre estaba con un alerón distinto, con mucha más carga para esas zonas y no perdía tanto en la recta. Capaz es una buena dirección para mañana".

Entre bromas y confianza

En medio de su recorrido en el paddock, Colapinto se cruzó con Max Verstappen y, con humor, comentó: "Sí, lindo el número 9. Mirá a Max, lo c... a palos mañana, ja. No, ojalá".

Más allá de las risas, el argentino valoró la mejora respecto a la primera sesión: "No estaba contento en el FP1. Nos costó encontrar la consistencia del auto, era impredecible. Cambiamos algunas cosas y mejoró, pero sigue siendo muy sensible a pequeños ajustes. Esa es la impredecibilidad que tengo".

El balance del día fue claro: Colapinto se fue de Zandvoort con optimismo, confianza y la ilusión de seguir creciendo en la máxima categoría.