Una crisis sanitaria de escala nacional sigue en expansión: ya son 52 las personas fallecidas por el uso de fentanilo contaminado en hospitales y clínicas de distintas provincias argentinas. El número de casos confirmados de afectados asciende a 90, según datos judiciales y del Boletín Epidemiológico Nacional.

La investigación se concentra en dos laboratorios y varias droguerías

La Justicia federal busca determinar responsabilidades penales en la cadena de producción y distribución del potente opiáceo. La causa, a cargo del juez Ernesto Kreplak (Juzgado N.º 3 de La Plata), tiene en la mira a las empresas Pharma Group S.A. y Ramallo S.A., señaladas por supuestas irregularidades en las buenas prácticas de manufactura. También están bajo análisis las droguerías que distribuyeron los lotes alterados.

Los productos, ahora bajo alerta sanitaria y fuera de circulación, habrían estado contaminados con bacterias como Klebsiella pneumoniae y Ralstonia mannitolilytica, altamente resistentes a antibióticos. Estas fueron detectadas por el Hospital Italiano de La Plata, uno de los primeros en advertir el brote.

Pacientes críticos, infecciones graves y muertes evitables

La mayoría de los pacientes afectados estaban internados en terapia intensiva y recibieron fentanilo como tratamiento para aliviar el dolor. Poco después, presentaron infecciones severas que terminaron siendo letales en 52 casos. El promedio de edad de los fallecidos fue de 57 años, y el tiempo entre la aplicación y la muerte fue de 12 días.

El Hospital Italiano de La Plata se constituyó como querellante junto a las familias de las víctimas. Las muertes se distribuyen en centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Neuquén y Santa Fe.

Pericias, demoras y una cifra negra

El avance del expediente se ve entorpecido por demoras en pericias técnicas claves, como la revisión de los registros de lote (batch records), por falta de personal especializado. El Cuerpo Médico Forense analiza caso por caso para confirmar la relación directa entre el medicamento y las muertes.

Aunque no se registraron nuevos casos desde que se emitió la alerta sanitaria, muchos diagnósticos fueron realizados de forma retrospectiva, lo que alimenta la sospecha de una cifra negra de afectados aún no reportados oficialmente.