Un excompañero de celda reveló las extremas condiciones de detención del gendarme Nahuel Gallo

Un colombiano de 35 años que fue liberado hace poco más de un mes dio detalles de las escalofriantes condiciones del régimen carcelario de El Rodeo 1, donde sigue detenido desde hace doce meses el gendarme argentino.

Edwin Iván Colmenares, un colombiano de 35 años que estuvo ocho meses detenido junto al gendarme argentino Nahuel Gallo en la cárcel El Rodeo 1 de Venezuela reveló hoy las extremas condiciones de encierro que rigen en el lugar, además de las veces que eran esposados y encapuchados antes de ser interrogados.

Colmenares fue capturado en noviembre de 2024 y liberado junto a otros 16 prisioneros en octubre de 2025. De todo ese tiempo, estuvo ocho meses junto al gendarme argentino que fue detenido por el gobierno de Nicolás Maduro el 8 de diciembre de 2024 cuando llegó al país para visitar a su esposa -de origen venezolano- y a su hijo argentino de dos años.

 Edwin Iván Colmenares

Según informó Noticiasdnews, Colmenares fue liberado junto a otros 16 colombianos el 24 de octubre pasado tras meses de diálogo y coordinación diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia con el gobierno de Maduro. En julio, el Gobierno de Estados Unidos había logrado también la liberación de diez ciudadanos estadounidenses que estaban detenidos en Venezuela.

Desde la ciudad colombiana de Cúcuta, Colmenares fue entrevistado por la cadena latinoamericana de noticias DNEWS, donde relató cómo fue la convivencia con Gallo en condiciones extremas de detención, en las que tenían 23 horas de encierro total al día en celdas de cuatro metros cuadrados y solo una hora para caminar por un pasillo, casi sin ver la luz del día.

"Yo llegué a estar 20 días sin poder bañarme, sin poder cepillarme los dientes, cosas como tan cotidianas o de la vida normal", comentó Colmenares, quien fue testigo además del día en el que los penitenciarios sacaron a Nahuel Gallo de la celda para llevarlo a caminar a un lugar abierto para filmarlo y sacarle fotos como prueba de vida.

"Todas las celdas eran de castigo. Son celdas de sometimiento en donde no tienes derecho a tener nada, ni libros, ni algún juego lúdico para poder recrear la mente. Nosotros solamente podíamos tener un papel higiénico, un pedazo de jabón y un cepillo dental", comentó el ciudadano colombiano.

También comentó: "Durábamos 23 horas encerrados en la celda. Entonces, es un juego con tu mente, es un juego contigo mismo, es estar contigo mucho tiempo y no tener otro tipo de actividades. Nosotros hacíamos muñequitos o figuritas de ajedrez y aprendimos a jugar ajedrez con Nahuel allí. Yo creo que Nahuel era mi rival más duro".

Sobre las secuelas, Colmenares comentó: "Esto nos deja marcados para siempre. Yo a veces tengo pesadillas en las noches de toda la situación que pude haber llegado a vivir allá, de esas horas de incertidumbre, de llanto, de dolor, de saber dónde está mi madre, de saber dónde está mi familia, de saber cómo estaban todos fuera. Entonces, si tú no controlas tu mente ahí dentro te carcome la cabeza y te deja unas secuelas bastante grandes, yo creo que eso es muy muy muy fuerte".

Al referirse a Gallo, el colombiano afirmó: "Yo admire siempre a Nahuel porque es un hombre muy fuerte. Yo creo que su disciplina, su entrenamiento y todo lo ha llevado a ser una persona muy resiliente, lo ha llevado a ser una persona muy fuerte, pero eso no quiere decir que él realmente esté bien. Eso quiere decir de que es una persona que pone una coraza, pero por dentro está totalmente deshecho. Él estaba muy aburrido de estar ahí, se sentía muy mal por la situación, extrañaba mucho a su familia, extrañaba mucho a su hijo, el sentirlo, el estar con él, compartir tiempo en familia".

Por último, comentó que él y Nahuel, así como los otros cerca de 100 detenidos en el lugar, eran "esposaban y encapuchados" cuando salían "al patio de la cárcel" o cuando de pronto iban "a un interrogatorio".

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