El plan oculto detrás del Milei: desarrollo, poder y supervivencia

El politólogo Andrés Malamud analizó el escenario político tras las elecciones, habló sobre el modelo económico de Javier Milei, el rol de EE.UU., el futuro del peronismo y por qué la Argentina sigue produciendo liderazgos inesperados.

Para Malamud, hablar de un "candidato natural" para 2027 es imposible. Aunque reconoce que Javier Milei aparece como el único sobreviviente del sistema, eso no garantiza su reelección. "El candidato natural es el que queda en pie, no el que tiene la victoria asegurada", afirmó.

El politólogo recordó que todos los gobernadores de las principales provincias -Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe- perdieron en sus distritos, y advirtió que la historia argentina demuestra que las candidaturas fuertes pueden surgir desde fuera del radar: "Alberto Fernández estaba guardado, Macri no podía armar ni una lista y Cristina también fue sorpresa. En el presidencialismo las sorpresas son la regla, no la excepción".

Según su análisis, si Milei no buscara la reelección, la alternativa no vendría del pasado sino de alguien "que todavía no conocemos".

El modelo económico de Milei, la influencia de EE.UU. y el desafío del desarrollo

Malamud sostiene que Milei, aunque no usa esa palabra, sí tiene un modelo de desarrollo basado en ventajas comparativas: energía, minerales, alimentos, clima y territorio.
"Él imagina una Argentina que vive de vender energía y minerales, con un Estado que se retira y un sector privado que invierte", resumió.

Respecto al rol de Estados Unidos, aseguró que Milei lo ve como un puente financiero para sostener el despegue económico: "Hasta que el país vuele solo, hacen falta cinco años de inversiones".

Sin embargo, aclaró que el concepto de "desarrollo" es externo a la lógica del Presidente:
"Milei ve mercados, no desarrollo. El desarrollo no es endógeno: ningún país se desarrolló solo, siempre se necesitó asociación o apoyo externo".

El rol de Karina Milei y la construcción del partido propio

Malamud destacó que Milei ganó sin partido, pero no podrá gobernar sin uno. En ese sentido, valoró el armado político que está construyendo Karina Milei: "Los partidos ya no son necesarios para ganar, pero sí para gobernar y sobrevivir".

Recordó que, según investigaciones recientes, los presidentes caen anticipadamente cuando se combinan minoría legislativa, crisis económica y escándalos... pero sólo si no tienen un partido que los sostenga.

En ese contexto, LLA está creciendo a costa del PRO, que -según Malamud- pasó de ser un partido relevante a uno que lucha por sobrevivir.

Peronismo, antiperonismo y el realineamiento del voto

El politólogo aseguró que el peronismo mantiene su fuerza por "la paradoja del fracaso":
"Su razón de existir es luchar por la justicia social, y mientras no haya justicia social, su bandera sigue viva".

Además, explicó que el voto en Argentina continúa siendo un voto de clase:

Menor nivel educativo e ingresos más voto peronista.

Mayor nivel educativo e ingresos menos voto peronista.

Milei fue transversal en 2023, pero luego perdió apoyo en sectores populares y lo compensó con un crecimiento fuerte en votantes de mayor nivel socioeconómico, especialmente en las dos Buenos Aires.

Según Malamud, el "mileísmo" puede consolidarse como expresión del no peronismo, una identidad más amplia que el antiperonismo.

Territorio vs. redes: por qué LLA arrasa arriba pero se debilita abajo

Malamud analizó la paradoja electoral del año:

A nivel provincial, ganaron todos los oficialismos tradicionales.

A nivel nacional, Milei arrasó.

La explicación es la territorialidad:
"Las provincias votan lo que conocen. La Nación vota lo que ve en redes y TV".

Incluso contó un caso personal en Azul, su ciudad natal: pese al reclamo por la Ruta 3 y la indignación local, LLA arrasó en las urnas.
"Hay una desconexión total entre lo que se quiere para el territorio y lo que se vota arriba", sintetizó.

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