El papa León XIV eligió como secretario personal a un joven de Chiclayo: quién es Edgard Rimaycuna

El nuevo pontífice reafirma su vínculo con Perú al designar a un compatriota cercano como su mano derecha en el Vaticano.

El papa León XIV, el primer pontífice peruano en la historia de la Iglesia Católica, designó como su secretario personal a Edgard Iván Rimaycuna Inga, un joven religioso originario de Chiclayo, con quien mantiene una amistad desde 2006. La relación entre ambos comenzó cuando Rimaycuna ingresó al Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo, donde el entonces sacerdote Robert Francis Prevost -hoy papa León XIV- fue su mentor.

Este lazo se consolidó con los años, especialmente durante el tiempo en que trabajaron juntos en la catedral Santa María de Chiclayo. En 2017, Rimaycuna continuó su formación en Roma, en el Pontificio Instituto Bíblico, motivado en parte por el consejo de su mentor.

De Chiclayo al corazón del Vaticano

A lo largo del tiempo, Edgard Rimaycuna y el hoy pontífice mantuvieron una relación estrecha, evidenciada en publicaciones del joven religioso, donde lo llamaba "amigo" y agradecía su confianza. En 2024, tras un año en la comunidad de Manesseno (Liguria), fue convocado nuevamente a Roma para convertirse en secretario personal del papa.

Este rol, de enorme responsabilidad, lo ubica junto al líder de la Iglesia Católica, colaborando en tareas espirituales, organizativas y administrativas. La designación representa no solo un reconocimiento a su formación, sino también a la confianza que el papa deposita en él.

El profundo lazo del papa con el Perú

El vínculo del papa León XIV con el Perú es de larga data. Nacionalizado peruano, vivió más de 20 años en el país y expresó en múltiples ocasiones su cercanía con la cultura local. Incluso durante su primer mensaje como pontífice, rompió el protocolo para saludar en castellano a la diócesis de Chiclayo.

En entrevistas, recordó con cariño sus primeros contactos con el país, como el chullo multicolor  que recibió de su tía cuando era niño, o lo difícil que fue dejar su comunidad en Chiclayo tras décadas de servicio pastoral. "Estoy viviendo la alegría y el orgullo de sentirme muy identificado con el pueblo peruano", dijo en ese entonces.

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