El mega cohete de Jeff Bezos fue lanzado hacia Marte y se adelantó a Elon Musk

El proyecto contó con la colaboración entre Blue Origin, la NASA y el Laboratorio de Ciencias Espaciales de la Universidad de California.

Después de dos postergaciones consecutivas por condiciones meteorológicas adversas y una intensa tormenta solar, Blue Origin logró concretar este jueves el lanzamiento del New Glenn, el mega cohete de 98 metros propiedad de Jeff Bezos. La nave despegó desde Cabo Cañaveral con dos sondas científicas de la NASA destinadas a estudiar la interacción entre el viento solar y el campo magnético de Marte.

El despegue se produjo tras horas de monitoreo y un estricto protocolo de seguridad. Durante el descenso final, los motores BE-4 del propulsor se reactivaron para frenar la nave y permitir un aterrizaje controlado, que culminó con el despliegue de las seis patas del cohete. El procedimiento completó así uno de los vuelos más esperados para la compañía del magnate estadounidense, en un contexto marcado por un nivel de actividad solar excepcionalmente alto.

La misión estuvo a punto de cancelarse nuevamente el miércoles 12 de noviembre, cuando una tormenta geomagnética severa obligó a suspender el lanzamiento. El fenómeno, catalogado por la NOAA como uno de los más intensos de las últimas dos décadas, generó auroras inusuales en varias regiones de Norteamérica, alteró señales de GPS y afectó sistemas eléctricos y de navegación aérea. La NASA y Blue Origin decidieron aplazar la operación para evitar riesgos en telemetría, comunicaciones y guiado.

Según explicó a Infobae el astrónomo Diego Bagú, de la Universidad Nacional de La Plata, la trayectoria utilizada para esta misión es inédita. Las sondas gemelas, denominadas ESCAPADE, fueron enviadas primero hacia el Punto de Lagrange L2, ubicado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Allí realizarán una órbita con forma de riñón para luego regresar y aprovechar una asistencia gravitatoria del propio planeta, que las impulsará hacia Marte sin necesidad de esperar la tradicional ventana de lanzamiento bianual.

Bagú detalló que esta técnica podría transformar las futuras misiones interplanetarias, ya que permitiría enviar sondas a Marte sin tener que esperar la alineación precisa entre ambos planetas. ESCAPADE, cuya llegada a la órbita marciana está prevista para 2027, estudiará cómo el viento solar erosionó la atmósfera marciana y modeló su historia, un dato clave para evaluar riesgos de radiación en misiones humanas.

El lanzamiento del New Glenn tiene además un peso estratégico para Blue Origin: es su debut comercial en la competencia directa con SpaceX dentro del mercado de misiones satelitales e interplanetarias. El cohete ya había tenido un vuelo de demostración en enero de 2025, aunque con dificultades en el aterrizaje de la etapa primaria.

Las sondas transportadas fueron diseñadas bajo un esquema modular, más económico que las misiones tradicionales, y buscan recopilar información sobre flujos de plasma y procesos de erosión atmosférica. Paradójicamente, la misma actividad solar que las naves investigarán fue la causa principal del retraso del lanzamiento.

El avance de esta misión vuelve a exponer la necesidad de incorporar pronósticos de clima espacial en la planificación aerospacial. Las erupciones solares pueden interrumpir comunicaciones, distorsionar GPS y afectar redes eléctricas, como ocurrió en Canadá en 1989, cuando una tormenta dejó sin energía a millones de personas.

Tras días de incertidumbre, el lanzamiento pudo concretarse en la ventana considerada más segura por la NASA, Blue Origin, la NOAA y la FAA, tras revisar todos los sistemas del New Glenn y de las sondas. ESCAPADE será clave no sólo para profundizar el conocimiento sobre Marte, sino también para entender cómo el clima espacial condiciona las tecnologías que dependen de sistemas satelitales y de navegación.

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