El Gobierno lanza un combo financiero para evitar que las reservas netas vuelvan a cero

El Gobierno se enfrenta a un problema que ya no sorprende, pero sigue generando tensión: las reservas netas del Banco Central (BCRA) están al filo.

Aunque las reservas brutas rondan los u$s16.900 millones, las netas, que excluyen depósitos del Tesoro y bonos Bopreal, están en u$s4.900 millones. El próximo 9 de julio, vencen u$s4.500 millones en deuda, lo que dejaría otra vez el saldo en cero.

Para evitar un nuevo colapso en las arcas del BCRA, la gestión de Luis Caputo ya puso en marcha un paquete de medidas. Entre ellas, una ofensiva sobre el mercado financiero local e internacional, una propuesta de bono en pesos atado al dólar y una especie de "ficha limpia bancaria" que se anunciaría en breve.

Vuelve el crédito en dólares para empujar el carry trade

El "carry trade" -tomar deuda en dólares para invertir en pesos aprovechando la diferencia de tasas- volvió con fuerza. Desde la salida del cepo, la estrategia ya rinde más de 20% en dólares, gracias a un dólar oficial que sube lentamente (4,7% en 30 días) y un CCL o MEP que bajaron entre 13% y 15%.

En ese contexto, el crédito en dólares volvió a crecer: ya hay u$s14.700 millones prestados, según datos del BCRA. Las empresas que acceden a estos préstamos liquidan dólares en el mercado oficial, colocan en pesos, y hacen la diferencia hasta que llega el momento de devolver los dólares. El Gobierno viene interviniendo en el mercado de futuros para bajar las tasas implícitas y fomentar aún más esta bicicleta financiera.

Bonos en pesos con suscripción en dólares: la nueva jugada

Una de las cartas más novedosas que se baraja en el Palacio de Hacienda es la emisión de bonos en pesos pero suscriptos en dólares. Esta herramienta permitiría al Tesoro atraer divisas extranjeras sin intervenir en el mercado cambiario ni emitir pesos, lo que a su vez ayudaría a reforzar las reservas del BCRA y mantener el sendero de desinflación.

El diseño aún está en estudio, pero los bonos podrían ser similares a los "dólar linked" o incluso a las Letes de 2018. Se espera que rindan alrededor del 30% anual, un número tentador frente a las tasas implícitas de los futuros. Además, se flexibilizó el plazo de permanencia para capitales extranjeros a seis meses, lo que mejora aún más la propuesta.

En resumen, el Gobierno apuesta a un combo financiero para ganar tiempo, sumar reservas y evitar sobresaltos con el dólar. En la mira: cumplir con el FMI y atravesar sin turbulencias el segundo semestre.

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