El Gobierno encara su segunda etapa con el foco en las reformas económicas y la estabilidad
Tras las elecciones legislativas, el Ejecutivo debe avanzar con acuerdos políticos para aprobar el Presupuesto 2026, afrontar los vencimientos de deuda y poner en marcha una serie de reformas estructurales que definan el rumbo económico de la segunda mitad del mandato.
Una nueva etapa con más negociación y menos margen de maniobra
Desde este lunes, el Gobierno nacional iniciará una nueva etapa política y económica en la que deberá priorizar las reformas que quedaron pendientes. Con un Congreso fragmentado y sin mayoría propia, el oficialismo necesitará tender puentes con otras fuerzas para lograr consensos y mantener el superávit fiscal.
El nuevo mapa legislativo no le permitirá avanzar con comodidad. En ese escenario, la estrategia será preservar la capacidad de veto ante posibles iniciativas opositoras que comprometan el equilibrio de las cuentas públicas.
Presupuesto 2026 y deuda: las urgencias inmediatas
El primer desafío del Ejecutivo es lograr la aprobación del Presupuesto 2026, que prevé un crecimiento del 5%, una inflación del 10% y un superávit fiscal del 1,5% del PBI. Sería la primera vez en dos años que el Congreso apruebe un presupuesto, lo que enviaría una señal de confianza al mercado.
El otro frente crítico es el financiero: el Gobierno debe garantizar el pago de u$s4.300 millones en enero de 2026. Para ello, confía en el swap con el Tesoro de Estados Unidos y en un préstamo de bancos internacionales. Además, en diciembre enfrenta vencimientos en pesos por $27 billones, que planea reestructurar mediante un canje voluntario de deuda.
Aunque el equipo económico aspira a volver a los mercados internacionales de crédito, los analistas aún dudan de que el riesgo país baje lo suficiente para hacerlo viable.
La reforma tributaria y el desafío federal
Entre los compromisos asumidos con el FMI figura el envío de una reforma tributaria integral en 2026, con vigencia desde 2027. El objetivo es simplificar el sistema impositivo argentino, reducir la cantidad de tributos y eliminar los más distorsivos.
El plan incluye la eventual eliminación del Impuesto a los Ingresos Brutos, aunque este es una de las principales fuentes de recaudación provincial, por lo que será necesaria una negociación con los gobernadores. También se analiza la revisión del Impuesto al Cheque, aunque cualquier reducción será gradual para no poner en riesgo el superávit.
Evasión, blanqueo y la relación con el sector privado
El Gobierno sostiene que la lucha contra la evasión no debe ser persecutoria, sino parte de un esquema de blanqueo permanente de capitales. Esta visión, inspirada en la idea de Javier Milei de que "los impuestos son un robo", contrasta con la de algunos empresarios, que reclaman una política firme contra la economía informal.
Según estimaciones de la consultora Invecq, la evasión fiscal en Argentina equivale al 4% del PBI, un problema estructural que condiciona las metas fiscales y la equidad del sistema.
Reformas del Estado y laboral: los cambios que aún no llegan
El Gobierno logró un superávit fiscal basado en recortes de gasto, pero sin modificar la estructura estatal. Para hacerlo sostenible, deberá avanzar con una reforma del Estado, impulsada por el ministro Federico Sturzenegger, que incluye eliminación de organismos y privatizaciones.
En el plano laboral, sigue pendiente el tratamiento de la Ley Pyme, que incorpora varios puntos del DNU 70/2023, anulado por la Justicia. El objetivo es reducir las contribuciones patronales y flexibilizar las condiciones de contratación para mejorar la competitividad.
Infraestructura y grandes inversiones
Otro desafío es la reactivación de la inversión en infraestructura, prácticamente paralizada en los últimos dos años. El Ejecutivo busca reimpulsar obras estratégicas a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y la participación de organismos internacionales y capital privado.
El sector agropecuario reclama mejoras en caminos rurales, mientras las empresas industriales advierten sobre altos costos logísticos y portuarios que afectan la competitividad.
Un segundo tiempo clave para la gestión
Con el ciclo electoral superado, el Gobierno entra en una etapa decisiva: deberá demostrar si puede combinar ajuste con crecimiento, mantener el orden fiscal y avanzar en las reformas que prometió. Para lograrlo, dependerá menos del discurso y más de su capacidad de gestión y de negociación política.