El Gobierno avanza con la baja de aranceles y pone en la mira el régimen industrial fueguino
La Casa Rosada decidió avanzar con la reducción de aranceles para la importación de celulares, una medida que impacta de lleno en la industria tecnológica de Tierra del Fuego.
Lejos de dar marcha atrás frente a las críticas del gobernador Gustavo Melella y la advertencia de judicialización, el Ejecutivo nacional ahora plantea revisar el histórico esquema de beneficios fiscales que sostiene la producción en la provincia.
Aranceles más bajos y un mensaje directo al sur
Desde este viernes, los aranceles a celulares bajarán del 16% al 8%, y a partir de enero de 2026 quedarán eliminados por completo. Además, se reducirán impuestos internos para productos electrónicos importados, mientras que los fabricados en Tierra del Fuego pasarán a tributar 0%.
Según explicó el vocero presidencial, Manuel Adorni, la decisión apunta a terminar con una "distorsión absurda" que hace que los argentinos paguen más por productos básicos como celulares. "Es una medida popular", resumió un funcionario. Pero no será la última: el Gobierno ya anticipó que avanzará también contra el régimen de promoción industrial fueguino, al que califican de "curro".
El conflicto con Tierra del Fuego escala: amenazas de paro y judicialización
En respuesta, la UOM lanzó un paro por tiempo indeterminado y el gobernador Melella advirtió que irá a la Justicia si el decreto se oficializa. Desde el Ejecutivo aseguran que no negociarán: "Ya no hay nada que hablar con la provincia". La relación entre el Gobierno nacional y Tierra del Fuego parece completamente quebrada.
En paralelo, Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, reconoció que podría haber pérdida de empleos en el corto plazo, pero defendió la medida como parte de una estrategia para abrir la economía. Según datos del think tank Fundar, el régimen fueguino le cuesta al Estado unos USD 1.070 millones al año.
Una discusión que recién empieza
El Gobierno insiste en que la provincia debe diversificarse, apuntando especialmente al turismo como alternativa económica. Pero desde el entorno de Melella denuncian que no hubo ningún tipo de consulta previa y que los puestos de trabajo están en riesgo. "Lo vivimos con Macri, no queremos repetir esa historia", advirtió el gobernador.
La disputa por Tierra del Fuego ya se convirtió en un nuevo frente político y económico que promete seguir escalando.