El detrás de escena de El Eternauta: cómo se creó la impactante Buenos Aires postapocalíptica
La producción del film sorprendió con un despliegue técnico sin precedentes en el país. Desde una muralla real de autos hasta la digitalización completa de la ciudad, conocé los detalles que impactaron hasta a Ricardo Darín.
La llegada de El Eternauta a Netflix no solo reavivó el mito de la obra de Héctor Germán Oesterheld, también marcó un antes y un después en las producciones audiovisuales argentinas. Lo que muchos no saben es que parte del realismo que se ve en pantalla no fue obra de efectos digitales... sino de toneladas de trabajo físico.
Uno de los sets más impresionantes fue el montado en un hangar del Polo Industrial de Ezeiza, donde se levantó una muralla real con 17 autos apilados. Ricardo Darín, protagonista de la serie, confesó que el impacto al ver esa estructura fue total: "Todavía no salgo del asombro", dijo al recorrer ese escenario nevado, con vehículos aplastados y un colectivo atravesado en medio del caos.
La producción apostó por el realismo total: cada auto fue escaneado en su lugar, y con ese material se construyó un modelo 3D que luego se integró con escenas filmadas en locaciones reales como Puente Saavedra. ¿El resultado? Un híbrido entre lo físico y lo virtual que no deja dudas sobre la escala de la apuesta.
Rodar en Buenos Aires: un desafío que incluyó permisos, nieve y hablar con vecinos
Filmaciones en plena Ciudad de Buenos Aires no son novedad, pero montar una Buenos Aires devastada sí lo es. Eugenia D'Alessio, jefa de locaciones, explicó que uno de los grandes obstáculos fue lograr filmar en espacios tan simbólicos y transitados. Cada escena implicaba cortes de tránsito, instalación de nieve artificial y diálogo con los vecinos que verían sus calles cubiertas de sal o celulosa.
El clima también fue una variable crítica: necesitaban nubes, no sol. Por eso, parte de la producción se movía siguiendo el pronóstico, buscando ventanas de tiempo nublado para mantener la coherencia estética.
Tecnología de videojuegos para una ciudad arrasada por la nieve
Detrás del hiperrealismo de El Eternauta hubo una combinación inédita entre rodaje tradicional y producción virtual. El equipo utilizó el motor de videojuegos Unreal Engine para simular entornos urbanos destruidos. Pero antes, escanearon más de 15 kilómetros de ciudad, incluyendo vías de tren, calles, edificios y hasta carteles.
El objetivo: reproducir hasta las imperfecciones. Desde manchas en las paredes hasta pozos en el asfalto, todo fue registrado con drones, cámaras y escáneres láser LiDAR. Según Ignacio Pol, uno de los productores, fue necesario modelar incluso "una librería de muertos", con cuerpos escaneados para poblar digitalmente los escenarios de caos.
Y sí, también duplicaron digitalmente todo el parque automotor de Buenos Aires. Colectivos incluidos.