El aumento de $4.500 para jubilados no alcanza ni para medio kilo de queso
El Gobierno anunció un ajuste del 1,5% en los haberes jubilatorios, pero el incremento no cubre ni los productos más básicos de la canasta alimentaria.
El aumento anunciado por el Gobierno para los jubilados y pensionados a partir de julio será de apenas $4.570, un 1,5% más sobre el haber mínimo actual. Esto llevará la jubilación mínima de $304.723 a $309.293. Sin embargo, el ajuste, que se basa en la inflación oficial de mayo, resulta totalmente insuficiente frente al costo de vida actual.
Para entender su impacto real, basta con mirar los precios: según el INDEC, ni siquiera alcanza para comprar un kilo de pan y un paquete de fideos, cuyo costo combinado ronda los $4.952. Tampoco cubre medio kilo de queso cremoso ($5.430), un paquete de hamburguesas congeladas ($4.927) o medio kilo de asado ($5.485).
Productos básicos inalcanzables
La canasta básica sigue siendo inaccesible para quienes cobran la mínima. Con el nuevo aumento, un jubilado tampoco podrá comprar un kilo de carne picada ($6.678), un kilo de paleta ($10.947) o un filet de merluza fresco ($9.835). Apenas si le alcanzaría para un yogur ($2.063), un dulce de leche ($3.061) o una botella de aceite de girasol ($4.179).
Mientras tanto, el Gobierno mantiene planchadas las jubilaciones usando como ancla una inflación contenida por el consumo deprimido, el control del dólar y la caída salarial.
Una pérdida de poder adquisitivo sin freno
El bono de $70.000 otorgado meses atrás continúa congelado y las jubilaciones siguen licuándose tras la devaluación de diciembre de 2023. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtió que aunque el ritmo de aumento de precios bajó, los alimentos siguen lejos del alcance de los jubilados. Además, los salarios y las jubilaciones permanecen estancados, profundizando el deterioro del poder adquisitivo.
La situación refleja una dura realidad: mientras el Gobierno celebra cifras de inflación más bajas, los adultos mayores deben elegir entre medicamentos y comida. Y como graficó el informe, mientras los precios subieron en ascensor y se quedaron en el quinto piso, a los jubilados los mandan a subir por la escalera... gateando.