Día Mundial del Linfoma: síntomas clave y la importancia de un diagnóstico precoz

Cada 15 de septiembre se busca visibilizar el linfoma, un tipo de cáncer silencioso pero tratable si se detecta a tiempo. La Dra. Flavia Figueroa, jefa del área de Hemato-oncología en el Hospital Néstor Kirchner, nos cuenta cómo reconocerlo y cuándo consultar.

Cada 15 de septiembre se celebra el Día Mundial del Linfoma, una fecha clave para generar conciencia sobre esta enfermedad que afecta a los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco esencial para el sistema inmune. La Dra. Flavia Figueroa, referente en Hemato-oncología y trasplantes de médula ósea en el Hospital Néstor Kirchner, destaca la importancia de detectar el linfoma en sus primeras etapas, cuando las posibilidades de tratamiento y recuperación son mucho mayores.

"Lo que buscamos es que la gente esté atenta y no minimice ciertos síntomas. El diagnóstico precoz hace toda la diferencia", remarca la especialista.

Los síntomas que no hay que ignorar

El síntoma más común del linfoma es el agrandamiento de los ganglios linfáticos, que suelen notarse en el cuello, axilas o ingles. Pero no siempre significa cáncer: "Los ganglios pueden inflamarse por infecciones o enfermedades autoinmunes. Pero cuando no hay una causa clara, es clave hacer estudios", explica Figueroa.

Además, hay signos conocidos como síntomas B, que deben encender una alerta:

Pérdida de peso sin causa aparente

Sudoración excesiva, especialmente por la noche

Picazón persistente (prurito)

Fiebre prolongada o sin explicación

Detectar estos síntomas y consultar al médico a tiempo permite iniciar el camino hacia un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado.

¿Qué pasa si se confirma el diagnóstico?

Ante la sospecha de linfoma, se realiza una biopsia del ganglio afectado. Si se confirma la enfermedad, el siguiente paso es la estadificación, un proceso que determina cuán avanzada está.

"En algunos casos muy localizados puede indicarse radioterapia, pero lo más común es iniciar un tratamiento con quimioterapia. En linfomas como el de Hodgkin, el diagnóstico temprano puede llevar incluso a la cura", señala Figueroa.

Un mes para generar conciencia y actuar

Septiembre no solo es el mes del linfoma. También se conmemoran otras enfermedades hematooncológicas, como el mieloma múltiple, la leucemia mieloide crónica y el Día del Donante de Médula Ósea, celebrado el tercer domingo del mes.

En este marco, el Hospital Néstor Kirchner realizará actividades especiales para visibilizar estas patologías. Desde su servicio de Hematología y Trasplante, invitan a la comunidad, pacientes y donantes a participar.

¿Dónde acudir y cómo acceder a un diagnóstico?

El primer paso siempre es consultar al médico clínico de cabecera. Si se descartan causas comunes y persisten los ganglios inflamados, se debe pedir una biopsia. Con esos resultados, el paciente puede ser derivado a un centro especializado como el del Hospital Néstor Kirchner, donde se completa el diagnóstico y se define el tratamiento.

"La clave es no postergar la consulta. Detectar a tiempo salva vidas", cierra Figueroa.

Esta nota habla de: