Una estudiante universitaria quedó detenida con prisión preventiva y otro hombre fue imputado tras ser sorprendidos presuntamente tomando fotos frente al domicilio del fiscal Carlos Sale, en Tucumán. El hecho encendió las alarmas judiciales, ya que los investigadores lo vinculan con una secuencia de amenazas que comenzó meses atrás, originadas desde la cárcel por Miguel "Miguelón" Figueroa, condenado por tres homicidios.

La detenida, identificada como Milagros Cano, fue procesada por amenazas coactivas agravadas y también por narcomenudeo, luego de que se hallaran 400 gramos de flores de marihuana y elementos para su fraccionamiento en su domicilio. En tanto, Ariel Carrizo, quien se presentó voluntariamente con la camioneta involucrada, fue imputado por entorpecer la investigación, pero continuará el proceso en libertad.

El caso que reactivó la causa

El episodio ocurrió el pasado viernes, cuando un policía que custodia al fiscal Sale detectó una camioneta Volkswagen Amarok sospechosa frente a su vivienda. Al acercarse, los ocupantes huyeron. A partir de la patente, se identificó a Cano como dueña del vehículo. Ella declaró que el rodado estaba en Bolivia con su novio, Leandro Guerrero, pero minutos después Carrizo apareció con la camioneta, generando nuevas sospechas.

Según la fiscalía, Cano habría mentido deliberadamente, incluso fingiendo desconocer el apellido de su pareja, quien ahora está prófugo. La investigación apunta a que ella y Guerrero habrían actuado por instrucciones de Figueroa, como parte de una red de intimidaciones contra el gobernador Osvaldo Jaldo, tres fiscales y un juez.

Conmoción institucional y mensaje desde prisión

En abril, "Miguelón" ya había enviado un mensaje amenazante a la periodista Mariana Romero, donde apuntaba contra Jaldo, los fiscales Carlos Sale, Ignacio López Bustos, Pedro Gallo, y el juez Gonzalo Ortega. Su pareja, Marcela Noemí Díaz, está detenida por difundir ese mensaje.

"El patrón se repite. Primero fue una amenaza durante la gestión de su traslado, y ahora, cuando se analizaba un juicio abreviado para su pareja, ocurre esto frente al domicilio del fiscal", declaró el fiscal Carlos Picón, que lleva adelante la causa junto a su auxiliar Benjamín Zavalía.

A pesar de que las defensoras de los acusados negaron la existencia de delito -argumentando que "sólo se trataba de una selfie" y que vivían cerca del lugar-, el juez Augusto Almonacid dictó prisión preventiva para Cano y avaló la investigación, que ahora se centra en dar con el prófugo Guerrero.