Dengue: detectan que el mosquito puede criarse todo el año en plásticos y macetas a la sombra
Investigadores argentinos confirmaron que el Aedes aegypti encuentra condiciones ideales para reproducirse en patios y jardines urbanos, incluso fuera de los picos del verano. El hallazgo pone el foco en criaderos domésticos que muchas veces pasan desapercibidos.
Plásticos y sombra vegetal, la combinación perfecta
Un estudio realizado por especialistas del Conicet y universidades públicas reveló que los recipientes plásticos ubicados bajo la sombra de plantas tienen 2,5 veces más chances de convertirse en criaderos del mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya.
Macetas, frascos, lonas y floreros fueron los elementos más problemáticos. La sombra vegetal mantiene la humedad y temperaturas estables, lo que favorece la supervivencia del insecto durante gran parte del año, incluso en zonas de clima templado.
Córdoba, un caso testigo del avance del dengue
La investigación se apoyó en relevamientos realizados en más de 200 viviendas de la ciudad de Córdoba, donde el dengue reapareció con fuerza en los últimos años. En el 36,7% de los hogares se detectaron larvas o pupas de Aedes aegypti, un valor que supera los niveles de riesgo establecidos por la OPS.
Los datos muestran un crecimiento sostenido de la presencia del mosquito: pasó de menos del 6% de los hogares hace una década a más de un tercio en los relevamientos más recientes.
El rol del clima y los hábitos cotidianos
Además de la urbanización, el cambio climático juega un papel clave. Las temperaturas mínimas más altas y las lluvias recientes aumentan las probabilidades de encontrar criaderos activos. A esto se suman hábitos comunes, como acumular recipientes en jardines o no vaciar macetas después de regar.
Según los científicos, el avance del dengue no depende solo del mosquito, sino de cómo interactúan el clima, el entorno urbano y las prácticas domésticas.
Prevención: qué recomiendan los especialistas
Los investigadores destacan que la eliminación de criaderos sigue siendo la medida más efectiva. Recomiendan revisar con frecuencia patios y jardines, descartar recipientes plásticos, controlar macetas y prestar atención a elementos menos visibles como lonas o coberturas.
La vigilancia entomológica y la participación activa de vecinos y organismos de salud son claves para frenar la expansión del dengue y reducir el riesgo de nuevos brotes.