Un programa para fortalecer a los comercios de barrio

La Municipalidad de San Miguel de Tucumán puso en marcha un programa que asiste a pequeños comercios y emprendedores con arreglos menores que suelen ser difíciles de costear. La iniciativa es impulsada por la Dirección de Empleo y Emprendimientos, cuyos equipos -junto a vecinos que participan en talleres de capacitación- recorren la ciudad para realizar trabajos de herrería, electricidad, pintura y carpintería.

El primer operativo se llevó adelante en la panadería Del Carmen, ubicada en Villa 9 de Julio. Allí se realizaron reparaciones de cartelería, soldaduras, recambios eléctricos y se programó la pintura del frente del local. Según explicó el director de Empleo y Emprendimientos, Luis Chalin, el objetivo es acompañar el desarrollo de los comercios de barrio mientras los vecinos capacitados fortalecen su práctica profesional.

Relevamientos, arreglos y asistencia directa

Chalin detalló que el programa se extenderá a toda la capital y que los equipos municipales ya realizan relevamientos para identificar las necesidades de cada local. "Aportamos mano de obra y, cuando el material es más costoso, pedimos colaboración del comerciante", explicó. El funcionario destacó que esta ayuda resulta clave ante el contexto económico: "Un arreglo menor puede costar entre $20.000 y $30.000, algo difícil de afrontar para muchos negocios".

La propuesta ya generó interés en otros locales de la zona, que solicitaron sumarse al programa. Chalin confirmó que las intervenciones continuarán en las próximas semanas como parte de la política de apoyo al pequeño comerciante impulsada por la Secretaría de Gobierno.

"En esta situación, la ayuda es imprescindible"

Gabriel Romero, propietario de la panadería Del Carmen, valoró la asistencia recibida. "Se hicieron trabajos de electricidad y herrería, y próximamente se pintará la fachada", contó. Para el comerciante, el programa llega en un momento clave: "Hoy, en la situación que estamos, este tipo de ayuda es imprescindible".

Romero también destacó la continuidad del negocio familiar, que lleva tres décadas en el barrio. "Estamos desde hace 30 años acá. Primero mi padre, y ahora nos toca seguir a nosotros", expresó.