En el marco del 215° aniversario de la Revolución de Mayo, el gobernador Osvaldo Jaldo encabezó el tradicional Tedeum en la Catedral de Tucumán y realizó un firme llamado a la unidad para "honrar con hechos el legado de los próceres". En su mensaje, reivindicó el rol histórico del norte argentino en la gesta independentista y advirtió sobre los desafíos actuales del país.

"Hoy conmemoramos aquella gesta del 25 de Mayo de 1810, donde criollos valientes empezaron a dar los primeros pasos hacia la independencia", dijo Jaldo. Además, recordó la Batalla de Tucumán y subrayó el protagonismo local: "El general Belgrano tenía órdenes de ir a Córdoba, pero con el apoyo de tucumanos valientes y un gobernador decidido, se libró aquí, cambiando el rumbo de la historia".

El mandatario remarcó que, frente a las dificultades actuales, es indispensable dejar de lado las diferencias. "Hoy la Patria está en peligro. Aunque lo bélico no llega, sí nos afectan las consecuencias económicas y sociales. Debemos unirnos como argentinos, como tucumanos", sostuvo.

También destacó la homilía de monseñor Carlos Sánchez y señaló que "Tucumán tiene un pueblo solidario, siempre dispuesto a tender una mano a quienes más lo necesitan". Asimismo, reafirmó su compromiso con los sectores más vulnerables y afirmó que "la pobreza no se combate solo con asistencia inmediata, sino con educación".

Rossana Chahla y monseñor Sánchez coincidieron en el llamado a la solidaridad

La intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, también participó del acto y destacó la importancia de transmitir a las nuevas generaciones el valor de la lucha por la independencia y la democracia. "No ha sido fácil llegar hasta acá. Hoy más que nunca, la gente pide trabajo y presencia del Estado", afirmó.

Chahla detalló los programas sociales que impulsa la Municipalidad, como el refugio para personas en situación de calle y el ropero solidario. "Cada noche, nuestro equipo recorre la ciudad y brinda contención a quienes más lo necesitan", explicó.

Por su parte, el arzobispo Carlos Sánchez expresó tras la ceremonia que "así como en 1810 se gestó el primer grito de libertad, nosotros, como herederos de esos próceres, debemos ponernos la patria al hombro". Llamó a trabajar juntos por el bien común y concluyó su mensaje deseando "que la Virgen de La Merced nos acompañe y proteja".