Cristina llamó a Kicillof y sellaron una tregua tras cinco meses sin diálogo
La expresidenta y el gobernador bonaerense retomaron el contacto en un intento por recomponer la unidad del peronismo de cara a las elecciones.
Después de cinco meses de distancia y tensiones crecientes dentro del kirchnerismo, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof volvieron a hablar. El llamado fue breve, cordial y significó el primer gesto concreto para encaminar una negociación de unidad en el peronismo bonaerense con miras a las elecciones de 2025.
La comunicación fue coordinada en la tarde de este martes entre los secretarios privados de ambos dirigentes: Mariano Cabral por parte de CFK y Nicolás Beltram por el lado del gobernador. Finalmente, el intercambio se concretó alrededor de las 21, con Cristina en el Instituto Patria y Kicillof en La Plata.
El trasfondo político del reencuentro
El contacto se produjo 24 horas después de que la expresidenta confirmara su candidatura a diputada provincial por la tercera sección electoral, y tras múltiples señales públicas de tensión con el mandatario bonaerense. La última ruptura importante ocurrió cuando Kicillof decidió desdoblar las elecciones, decisión que La Cámpora criticó duramente, tildándolo de "irresponsable" y acusándolo de quebrar al peronismo.
Desde entonces, los cruces y pases de factura fueron constantes. Pero esta vez, y tras meses de negociaciones fallidas, ambos decidieron correr a los intermediarios y hablar directamente. Se comprometieron a retomar el diálogo en los próximos días.
El nuevo escenario electoral y la necesidad de unidad
El llamado representa un intento por reconstruir el vínculo en la cima del peronismo bonaerense, en un contexto marcado por la amenaza electoral que representa la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO. Desde distintos sectores del PJ se reconoce la necesidad de articular una unidad "de arriba hacia abajo" para evitar una derrota en las urnas.
Aunque la paz aún está lejos y las desconfianzas siguen presentes, el contacto entre CFK y Kicillof abre un nuevo capítulo en la interna del peronismo. Las próximas semanas serán clave para saber si esta tregua se consolida en una estrategia común o queda en un gesto aislado.