En las próximas horas, la Corte Suprema de Justicia podría cerrar una de las causas más sensibles de los últimos años: la causa Vialidad, que tiene como principal figura a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Aunque no hay confirmación oficial, en el kirchnerismo dan por hecho que el fallo saldrá pronto y que no traerá buenas noticias para su líder.

La hipótesis que circula con fuerza es que el máximo tribunal ratifique el veredicto que la encontró culpable de corrupción en la asignación de obra pública durante su mandato. De concretarse, quedaría firme la inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Reunión de urgencia en el Instituto Patria

Ante la inminencia del fallo, el oficialismo activó la alarma. Este lunes por la tarde, referentes políticos, legisladores y dirigentes sindicales se reunirán en el Instituto Patria para definir los pasos a seguir. La preocupación no es solo jurídica: un fallo desfavorable podría tener impacto directo en el mapa electoral.

Las posibilidades que se barajan van desde una reacción institucional hasta la convocatoria a movilizaciones masivas en defensa de la vicepresidenta. La consigna es clara: prepararse para todos los escenarios posibles.

"Si estoy tan acabada, ¿por qué no me dejan competir?"

Cristina Kirchner, por su parte, no se quedó callada. En un acto reciente en Corrientes, volvió a cuestionar su condena y la lectura política detrás del proceso judicial: "Me gatillaron en la cara, porque me quieren presa o muerta, pero no van a impedir que vuelva el pueblo", aseguró.

La causa Vialidad ya atravesó dos instancias judiciales. En 2022, el Tribunal Oral Federal N° 2 la condenó a seis años de prisión e inhabilitación. Esa sentencia fue confirmada por la Cámara de Casación en 2024. Ahora, la Corte podría utilizar el artículo 280 del Código Procesal para desestimar los recursos y cerrar el caso sin más revisión.

La expresidenta insiste en que la verdadera disputa es electoral, no judicial. "¿Por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente?", lanzó. El veredicto final podría ser cuestión de días. Y el tablero político, una vez más, está en vilo.