Cierre masivo de restaurantes: la crisis ya supera al 2001

Las ventas cayeron más del 50% en un año y medio. La gastronomía argentina vive su peor momento en décadas.

En lo que va del año, cerraron más de 100 restaurantes en todo el país, según confirmó la Cámara de Restaurantes. La crisis ya supera a la del 2001 por su extensión e impacto.

"El 2001 fue más corto. Esta crisis lleva más de un año y no hay señales de recuperación", señaló Carlos Yanelli, titular de la cámara, a BAE Negocios.

Cierran locales icónicos, incluso premiados

Entre los cierres más significativos se destacan:

The Coffee Town, en el Mercado de San Telmo

Franca y Sal, restaurantes premiados con reconocimiento internacional

La Locanda, en Recoleta

Ya Cabrón, en Palermo

Green Bamboo y Sede (bar especializado en whisky)

Gourmet Porteño, en Puerto Madero

Manhattan Club Grand Café, en Belgrano

Ventas desplomadas y propinas en baja

Las ventas cayeron más del 55% acumulado en el último año y medio, y los costos se quintuplicaron, según el sector. A esto se suma una fuerte caída en las propinas.

"El 10% ya no existe. Hoy se deja entre un 3% y un 5%, salvo excepciones en zonas de alto poder adquisitivo", lamentó el gerente de un restaurante en Recoleta.

Un relevamiento de Kantar mostró que el 76% de los argentinos dejó de salir a comer afuera con regularidad. El porcentaje asciende al 85% en sectores de menor poder adquisitivo.

Estrategias para sobrevivir

Algunos locales intentan resistir con ofertas como:

Menú ejecutivo nocturno

Platos para compartir

Promociones con bebida incluida

Por ejemplo:

En Recoleta: plato con bebida por $12.000

En Puerto Madero: menú completo con vino premium por $65.000

Los bodegones y pizzerías, con precios populares y porciones generosas, siguen siendo los más concurridos. En Boedo, por ejemplo:

Tira de asado con papas: $20.000

Plato de vermicellis: $10.000

"Estamos remando para no hundirnos"

"El panorama es desolador. Sin consumo, sin turistas y con tarifas imposibles, la gastronomía es inviable", concluyó Yanelli.

Los trabajadores también sienten el impacto: caída de ingresos, pérdida de empleos y precarización. La esperanza del sector está puesta en un cambio tras las elecciones, pero por ahora, el cierre de locales no se detiene.

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