Créditos hipotecarios: cuánto hay que ganar hoy para acceder a una vivienda

En 2025, los créditos hipotecarios volvieron a ser una alternativa para quienes buscan comprar una casa o departamento, aunque los ingresos mínimos que exigen los bancos resultan millonarios y alejados del bolsillo promedio.

El regreso de los créditos hipotecarios

Acceder a la vivienda propia continúa siendo uno de los grandes desafíos en Argentina. Con precios inmobiliarios que se mantienen muy por encima del poder adquisitivo, los créditos hipotecarios UVA regresaron en 2025 al centro de la escena como herramienta clave para quienes intentan comprar un inmueble.

Estos préstamos, que habían estado prácticamente paralizados durante varios años, mostraron un repunte significativo: entre enero y mayo se firmaron más de 5.300 escrituras con hipoteca en la Ciudad de Buenos Aires, lo que representa un aumento del 960% en comparación con el mismo período de 2024.

Cómo funcionan los préstamos UVA

Los créditos ajustados por UVA se caracterizan por actualizar el capital adeudado en función de la inflación. Esto permite ofrecer tasas de interés más bajas frente a los préstamos tradicionales, pero implica que las cuotas mensuales pueden aumentar de manera considerable si la inflación se acelera.

Cuánto hay que ganar para acceder a un crédito hipotecario

El ingreso mínimo necesario depende del banco, el plazo elegido y la tasa de interés vigente. Para financiar una propiedad valuada en 100 millones de pesos, los salarios requeridos oscilan entre 2 y 4 millones de pesos mensuales.

En la mayoría de las entidades financieras, la cuota no puede superar el 25% del ingreso neto del solicitante, aunque en algunos casos este límite puede estirarse hasta el 30%.

Requisitos y documentación para aplicar

Además de demostrar ingresos suficientes, los bancos exigen documentación respaldatoria que certifique la capacidad de pago y la situación laboral del solicitante. Entre los papeles más habituales figuran:

Recibos de sueldo o comprobantes que acrediten estabilidad laboral.

Escritura, planos y reglamentos de la propiedad a adquirir.

Documentos de identidad del solicitante y de su cónyuge o pareja, en caso de corresponder.

Certificados médicos en determinadas situaciones, para constatar el estado de salud.

En definitiva, los créditos hipotecarios volvieron a la escena, pero los altos ingresos que demandan marcan la distancia entre el sueño de la casa propia y la realidad de gran parte de los argentinos.

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