Condenan por abuso infantil al pastor Robert Morris, referente espiritual de Trump y orador del CPAC con Milei

El caso sacude al movimiento ultraconservador estadounidense y tiene repercusiones en Argentina. El líder evangélico fue sentenciado por abusar de una niña de 12 años durante varios años.

Robert Morris, pastor evangélico de Texas, líder de una de las congregaciones más influyentes de Estados Unidos y considerado guía espiritual del presidente Donald Trump, fue condenado por abuso sexual infantil. El caso, que acaba de conocerse públicamente, impacta de lleno en el núcleo del movimiento ultraconservador y tiene ramificaciones también en América Latina, donde Morris fue recibido como figura destacada en foros como el CPAC, donde compartió escenario con el presidente argentino Javier Milei.

Morris se declaró culpable de cinco cargos de actos lascivos e indecentes con una menor. Los abusos ocurrieron en la década de 1980 y se prolongaron durante años, según consta en documentos judiciales. La víctima, Cindy Clemishire, tenía 12 años cuando comenzaron los ataques.

Una condena polémica y un juicio silenciado durante décadas

La Justicia del estado de Texas condenó a Morris a 10 años de prisión. Sin embargo, la sentencia generó fuerte polémica: el pastor solo deberá cumplir seis meses de cárcel efectiva, el resto lo pasará bajo libertad condicional. Además, fue obligado a registrarse como delincuente sexual y deberá pagar una compensación económica a la víctima.

Según los registros judiciales, fue el propio Morris quien admitió la veracidad de los abusos luego de décadas de silencio y presiones internas dentro de la comunidad religiosa que él mismo fundó.

Un pastor con vínculos directos con Trump y Milei

Robert Morris no era un religioso más. Fundador de Gateway Church, una megacongregación con más de 30 mil miembros y presencia nacional, su influencia trascendía lo espiritual. Era considerado asesor moral de Donald Trump y referente de varios líderes republicanos. Su figura también se proyectó hacia América Latina.

En 2024, participó del CPAC (Conservative Political Action Conference), uno de los principales eventos de la derecha global, donde compartió escenario con el presidente argentino Javier Milei, el español Santiago Abascal y el exasesor de Trump, Steve Bannon. Allí, Morris se posicionó como defensor de los "valores cristianos tradicionales" y denunció el avance del "relativismo moral y el socialismo".

Hoy, esas mismas consignas contrastan con el hecho de que fue condenado por abuso infantil, lo que ha provocado indignación incluso dentro del propio mundo evangélico.

La voz de la víctima y el debate sobre el encubrimiento

Cindy Clemishire, hoy adulta, dio testimonio público tras conocerse la sentencia. "Me quitaron la infancia, la voz y la fe. Pero no me quitaron la verdad", declaró ante medios estadounidenses, en un mensaje que generó repercusión nacional.

Su testimonio reabrió el debate sobre el encubrimiento sistemático de abusos dentro de iglesias evangélicas en Estados Unidos, que cuentan con un enorme poder político, económico y mediático. La figura de Morris, por su visibilidad pública, vuelve a poner sobre la mesa la falta de controles y el silenciamiento de las víctimas en muchas comunidades religiosas.

Repercusiones políticas y crisis de legitimidad

El caso también tiene impacto político. En América Latina, varios espacios libertarios y conservadores citaban a Morris como inspiración espiritual e ideológica. Su condena afecta esa red de alianzas que pretende sostener un discurso de pureza moral mientras convive con episodios de abuso, encubrimiento y corrupción.

La caída del pastor simboliza una contradicción cada vez más evidente dentro del ultraconservadurismo: el relato de orden y superioridad ética se construye, muchas veces, sobre estructuras profundamente hipócritas.

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