La Cámara del Crimen de Villa María condenó a prisión perpetua a Gino Ferrari y a su padre, Hernán Ferrari, tras encontrarlos responsables del femicidio de Natalia Rosa Mariani, cometido el 29 de diciembre de 2023 en la ciudad de Villa Nueva.

El tribunal, junto a un jurado popular, coincidió con la hipótesis del fiscal René Bosio, quien sostuvo que la motivación del crimen fue puramente económica, ya que la víctima había recibido una herencia que su hijo reclamaba.

Según la investigación, Gino y su padre planearon el ataque durante una reunión en la panadería familiar el 28 de diciembre. Esa misma noche, el joven ingresó al domicilio de su madre con una llave que le proporcionó Hernán y la atacó brutalmente.

"Me la mandé, la maté": la confesión que lo condenó

De acuerdo con el expediente, Gino golpeó y apuñaló a su madre con un cuchillo de cocina y otro de carnicero. Horas después, le confesó el hecho a su padre con una frase escalofriante: "Me la mandé, la maté".

El cuerpo fue hallado a la mañana siguiente, cuando la mujer no se presentó a trabajar. Las pruebas recolectadas -entre ellas las cámaras de seguridad y el análisis de huellas- permitieron reconstruir la secuencia del crimen y detener a los acusados en enero de 2024.

Una sentencia ejemplar

Durante el juicio, la hija de Natalia Mariani declaró contra su hermano y su padre, señalándolos como los autores del ataque. Hernán intentó desligarse de la responsabilidad alegando que había mentido para proteger a su hijo, pero el jurado desestimó su versión.

El tribunal determinó que Gino Ferrari fue el autor material del femicidio, mientras que su padre actuó como partícipe necesario. Además, se comprobó que tras el asesinato el joven robó dinero y dólares de la vivienda para simular un asalto.

La sentencia, que impone prisión perpetua para ambos, fue celebrada por la familia de la víctima como un paso hacia la justicia.