Clase media en la era Milei: cuánto se necesita para pertenecer y quién gana con el nuevo modelo económico
Un informe de la consultora Moiguer muestra cómo se reconfigura la pirámide social en Argentina y revela los contrastes entre los sectores "pesificados" y "dolarizados" tras el plan de estabilización del Gobierno.
Según el último informe de Moiguer Consultora de Estrategia, la clase media representa el 44% de la población argentina y se divide en dos grandes grupos: la clase media típica (C2) y la clase media baja (C3). Para pertenecer a la primera, un hogar necesita ingresos promedio de $3.122.836 mensuales (aproximadamente US$2687), mientras que en el segundo grupo los ingresos rondan los $1.564.000 mensuales (US$1346).
Por encima están la clase alta (6% de la población), con ingresos promedio de $20.500.000 (US$17.000), y la clase media alta, que gana unos $9.105.000 (US$7836). En el otro extremo, la clase baja agrupa al 50% de la población: un 31% son considerados "vulnerables" (D1) con ingresos de $1.120.600 (US$964), y el 19% restante está por debajo de la línea de pobreza, con ingresos de $585.800 mensuales (US$504).
Un modelo con ganadores y perdedores: los efectos de la dolarización social
El estudio titulado "La Argentina ‘pesificada' versus la Argentina ‘dolarizada'" plantea que el modelo económico actual profundiza las diferencias de consumo entre clases. Mientras los sectores bajos ajustan sus gastos básicos, los sectores medios-altos y altos incrementan sus compras en dólares, viajes al exterior y consumo de bienes durables.
Esto genera un doble comportamiento de consumo: caída en alimentos, bebidas, calzado, textiles y ferretería; pero fuerte suba en bienes importados, turismo, autos, inmuebles y nafta premium. De hecho, el informe señala que el 48% de la clase media alta compra dólares, mientras que el 24% viaja al exterior. En contraste, el 64% de los sectores más pobres no llega a fin de mes.
La recuperación económica no es homogénea
Aunque la inflación se desaceleró drásticamente -pasando del 25,5% en diciembre de 2023 al 1,5% en mayo de 2025-, la percepción general es que los ingresos no le ganan a los precios. Un 61% de la población cree que su sueldo está por debajo de la inflación, una percepción aún más fuerte en los sectores vulnerables.
Según Moiguer, la estabilidad cambiaria y el acceso al crédito benefician a los sectores dolarizados, mientras que los pesificados dependen de subsidios o promociones para sostener el consumo. El informe advierte sobre una posible crisis de equilibrio si no se corrige esta brecha estructural. "Va a haber bienes que van a deflacionar en términos reales y otros que van a tener que crecer. Todos estamos atentos a eso", concluyó el economista Fernando Moiguer.