Chile emitió una alerta por sarampión
El gobierno chileno reforzó la vigilancia sanitaria tras atribuir el aumento de casos de sarampión a la caída de la vacunación en Argentina, mientras la cartera sanitaria argentina aclara que no se registran casos desde julio.
El Gobierno de Chile activó una alerta epidemiológica por sarampión, vinculando el incremento de la enfermedad a la situación en Argentina y haciendo un llamado a reforzar la vacunación. "El llamado es claro: no caer en campañas antivacunas ni en desinformación", advirtió la ministra Camila Vallejo Dowling.
Según Vallejo, la medida busca "evitar que la enfermedad llegue a nuestro país" y reforzar la campaña de vacunación local, señalando que la baja cobertura en Argentina contribuye al riesgo internacional.
La postura del Ministerio de Salud argentino
Desde Argentina, el Ministerio de Salud aclaró que no se registran casos positivos de sarampión desde la semana epidemiológica 26 (4 al 10 de julio) y cuestionó los datos utilizados por Chile para emitir la alerta. Además, compartieron cifras recientes sobre vacunación: la cobertura oportuna de la triple viral es del 46,74%, mientras que la cobertura ampliada llega al 72,42%, con los valores más bajos en CABA y la Provincia de Buenos Aires.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que, en 2024, la primera dosis de la vacuna alcanzó al 82,1% de los niños, mientras que la segunda dosis fue recibida solo por el 46,37%, un descenso preocupante respecto a años anteriores.
Brotes recientes y medidas de prevención
En noviembre, se notificaron más de 3.100 casos sospechosos de sarampión en Argentina, con 35 confirmados. Entre los casos recientes, se detectó que cuatro integrantes de una misma familia ingresaron al país contagiados tras viajar a Bolivia, donde participaron en actividades sociales en espacios cerrados con personas sintomáticas.
Las autoridades sanitarias emitieron alertas para quienes pudieron haber estado en contacto con los viajeros, instando a observar síntomas como fiebre, erupción cutánea, tos, congestión nasal y conjuntivitis. La vacunación completa sigue siendo la principal herramienta de prevención para controlar la enfermedad altamente contagiosa.