La central obrera prepara una protesta nacional

La CGT resolvió por unanimidad en su Consejo Directivo convocar a una movilización el 18 de diciembre para expresar su rechazo al proyecto de Reforma Laboral que ingresó al Congreso. La definición se tomó por aclamación y contó con el respaldo de todos los sectores de la central, especialmente los gremios industriales, impulsores de la propuesta.

Según adelantaron a InfoGremiales, la movilización tendrá un acto principal en la Ciudad de Buenos Aires, con una marcha desde Plaza de Mayo hasta el Congreso, pero se replicará en las plazas centrales de cada provincia para darle un carácter verdaderamente federal.

Una señal directa al Congreso y al Gobierno

El objetivo de la CGT es dejar claro ante diputados y senadores que habrá costo social si acompañan la iniciativa del Ejecutivo. "Nos faltan 9 senadores para frenar la reforma", admitieron dirigentes que ya comenzaron una ronda de reuniones con distintos bloques legislativos.

A la protesta callejera se sumará un trabajo político y judicial: la central planea disputar los votos en las dos cámaras y, en paralelo, llevar a Tribunales los puntos que consideran inconstitucionales del proyecto.

Comienza una escalada de medidas

La marcha, convocada para las 15 horas, será la primera de una serie de acciones que la CGT está dispuesta a profundizar si el Gobierno no modifica su postura. Dirigentes de Azopardo sostienen que es necesario "estar en la calle" para visibilizar un conflicto que, aunque latente, aún no tuvo expresión masiva.

En la discusión interna, los gremialistas plantean que, incluso si el oficialismo consiguiera una media sanción, deberá ser sobre un texto con cambios sustanciales para preservar lo que consideran pilares del derecho colectivo y la Ley de Contrato de Trabajo. "Acá están en juego los derechos individuales, los derechos colectivos y los sindicatos. No hay término medio", sintetizó una de las voces más escuchadas dentro de la central.