La CGT celebró la postergación de la reforma laboral y advirtió que podría terminar en la Justicia

La central obrera consideró un "triunfo táctico" que el Senado haya demorado el debate de la reforma laboral. Jorge Sola alertó que, si avanza sin consensos, el proyecto podría judicializarse y derivar en nuevas protestas.

La CGT habló de un "triunfo táctico" de los trabajadores

Jorge Sola, integrante del triunvirato de conducción de la CGT, sostuvo que la postergación del debate fue consecuencia directa de la presión sindical y de un trabajo político previo con distintos actores. "Es un gran triunfo táctico de los trabajadores, coyuntural", remarcó.

El dirigente explicó que el oficialismo no contaba con los votos necesarios en la Cámara alta para avanzar con la iniciativa y que varios senadores manifestaron reparos totales o parciales. "Se dieron cuenta de que no tenían los números para sacarla como querían", afirmó.

Advertencia por una posible judicialización del proyecto

Sola fue más allá y alertó que, si el Gobierno insiste con la reforma sin modificaciones de fondo, el camino podría ser la Justicia. Según planteó, el texto actual presenta "violaciones a conceptos de carácter constitucional", lo que abriría la puerta a una catarata de presentaciones judiciales.

"El error era debatir esto entre gallos y medianoche, y se tomó nota", señaló el dirigente, quien vinculó la decisión oficial con la movilización sindical de la semana pasada y con gestiones realizadas ante gobernadores, senadores y diputados de distintos espacios.

Críticas al impacto social y al rumbo económico

Desde la CGT también cuestionaron el contexto en el que se impulsa la reforma laboral. Sola aseguró que en los últimos dos años cerraron más de 18.000 pymes y se perdieron unos 200.000 empleos formales, un escenario que atribuyó a la falta de inversión productiva.

En ese sentido, advirtió que cambiar las reglas laborales no genera empleo por sí solo y apuntó contra la presión impositiva y la apertura de importaciones. "El déficit fiscal bajó, pero hay un descalabro social que alguien tiene que ordenar", afirmó, con referencias a jubilados, trabajadores informales y sectores industriales en crisis.

El escenario que viene y la amenaza de nuevas protestas

De cara a febrero, la CGT anticipó que intensificará el diálogo con senadores de distintos bloques dispuestos a revisar el proyecto. Sin embargo, dejó una advertencia clara: si el Gobierno no habilita una instancia real de consenso, la respuesta sindical podría volver a trasladarse a la calle.

"Si la reforma avanza sin acuerdos, el conflicto va a escalar", advirtió Sola, dejando abierta la posibilidad de nuevas medidas de fuerza.

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