Durante su participación en el congreso Somos Pymes, realizado en La Rural, el ministro de Economía, Luis Caputo, defendió el déficit en la cuenta corriente que superó los US$ 5.000 millones en el primer trimestre del año. Para el funcionario, lejos de ser una señal de alarma, este rojo es "sano y hasta absolutamente razonable" en el contexto de lo que describió como un "cambio de modelo" económico.

Caputo explicó que este desequilibrio externo responde a un incremento en la inversión y en la demanda, factores que -según dijo- impulsan el crecimiento de la actividad económica. "Es un déficit del sector privado, no del Estado", subrayó, diferenciando la situación actual de la que caracterizó a períodos anteriores.

Críticas al "relato" sobre el tipo de cambio y la historia fiscal

Al responder a economistas como Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo, quienes alertaron sobre un posible atraso cambiario, Caputo fue tajante: "El tipo de cambio flota. Si alguien cree que está barato, puede ir y comprar".

También aprovechó para hacer una revisión histórica: "Argentina tuvo déficit fiscal en 113 de los últimos 124 años", dijo, y apuntó que las consecuencias de financiarlo con emisión o deuda fueron inflación o defaults. Según el ministro, a diferencia de otras épocas donde el orden macroeconómico solo llegó después de una crisis, esta vez "evitamos la crisis y le hicimos pagar el ajuste al sector público".

"Cambien el chip": el mensaje a las pymes

Frente a un auditorio colmado de empresarios pyme, Caputo hizo un llamado a repensar la lógica de negocios: "Tienen que cambiar el chip". Señaló que durante años fue rentable "sobrestockearse y esperar una devaluación", pero que ese modelo ya no funciona.

"El objetivo es bajar impuestos, desregular y fomentar la competencia", afirmó, prometiendo un escenario donde la gente pueda acceder a productos de mejor calidad y precio. Aunque admitió que los cambios serán duros y no inmediatos, reiteró que este es el único camino hacia un país más estable y competitivo.