Polémica en Canadá: sacrificaron más de 300 avestruces sanas por brote de gripe aviar
La Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos ejecutó a los animales en Columbia Británica pese a que estaban sanos.
Más de 300 avestruces sanas fueron sacrificadas en la granja Universal Ostrich Farms, en Columbia Británica, Canadá, para contener un brote de gripe aviar H5N1, medida que desató una polémica internacional por su alcance y forma de ejecución.
El operativo se realizó al anochecer del jueves 6 de noviembre de 2025, cuando vehículos oficiales ingresaron a la propiedad y se escucharon disparos durante horas. La CFIA (Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos) justificó la acción como necesaria para frenar la propagación de la cepa altamente contagiosa.
Reacción de la familia y figuras públicas
El virus había sido detectado en diciembre de 2024, provocando unas 69 muertes en total hasta enero de 2025. Sin embargo, los propietarios denunciaron que las aves estaban sanas y calificaron la medida como un daño irreparable. Katie Pasitney, hija de la dueña, afirmó al Daily Mail: "Cometieron un error, algunos tenían 35 años y cada uno tenía un nombre. Mi madre perdió todo lo que amaba. Esos pájaros eran su felicidad".
La polémica trascendió fronteras y atrajo la atención de figuras públicas de Estados Unidos. Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud estadounidense, advirtió sobre los riesgos de destruir rebaños enteros sin estudios actualizados, mientras que el Dr. Mehmet Oz y el empresario John Catsimatidis solicitaron una prórroga para estudios científicos y ofrecieron incluso adoptar a los animales, propuesta que fue rechazada.
Decisión judicial y medidas de la CFIA
La decisión judicial se confirmó luego de que el Tribunal Supremo de Canadá rechazara la apelación presentada por la familia Pasitney, dejando vía libre a la CFIA para proceder con la matanza. Durante la noche del sacrificio, varias personas se congregaron en la granja rezando y exigiendo que se detuviera la operación.
La CFIA reiteró que la medida buscaba proteger tanto a las aves domésticas como a las silvestres de la región, y evitar la propagación de la H5N1, considerada de alto riesgo para la industria avícola canadiense.