Britney Spears, de 43 años, volvió a ser noticia por un polémico episodio durante un vuelo privado desde Cabo San Lucas (México) hasta Los Ángeles. Según trascendió, la cantante fumó y consumió alcohol durante el viaje, lo que generó incomodidad entre algunos pasajeros y terminó con la intervención de las autoridades al aterrizar.

Aunque Spears apagó el cigarrillo tras los reclamos, fue igualmente sancionada con una multa administrativa. No enfrentó cargos penales y quedó en libertad luego de ser notificada por el personal aeroportuario.

La versión de Britney: "Era la primera vez que tomaba vodka"

Fiel a su estilo, Britney utilizó sus redes sociales para relatar su versión de los hechos. En un posteo en Instagram, aseguró que era la primera vez que tomaba vodka y justificó el cigarrillo diciendo: "Pensé: ‘¡Quiero tanto un cigarrillo!' Mi amigo me lo puso en la boca y me lo encendió".

En el mismo mensaje, la artista ironizó: "¡Juro que me sentí tan INTELIGENTE! Pensé que era un avión donde sí se podía fumar. Ofrezco disculpas a quien haya ofendido".

La queja contra la azafata: "Me avergonzó e invadió mi espacio"

Además de relatar lo sucedido, Spears criticó duramente el accionar de una de las azafatas, a quien acusó de haberla tratado con desprecio desde el inicio del vuelo. "Me avergonzó, no me dejaba levantarme del asiento y se aseguró de ajustarme el cinturón de una manera invasiva. No me gustó cómo se comportó conmigo".

El incidente se suma a una serie de comportamientos erráticos que Britney ha protagonizado desde el fin de su tutela legal, lo que vuelve a encender la preocupación entre sus seguidores.