Las acciones y los bonos argentinos caen en Wall Street y el riesgo país roza los 1.100 puntos
Los activos locales retroceden por tercera rueda consecutiva pese al respaldo de EE.UU. y un fuerte ingreso de dólares del agro. El mercado sigue con cautela en la previa de las elecciones de octubre.
Volatilidad preelectoral: los activos argentinos no logran sostener el rebote
En un contexto de alta tensión política y económica, los mercados financieros muestran nuevamente señales de nerviosismo. Este lunes, las acciones y bonos argentinos retroceden por tercera jornada consecutiva en Wall Street, a pesar de la buena racha que venían mostrando las bolsas internacionales.
Los bonos soberanos en dólares caen en promedio un 0,5%, mientras que el riesgo país sube 34 unidades, tocando los 1.094 puntos básicos, según el índice de JP Morgan.
Entre los ADRs argentinos, Central Puerto lidera las bajas con un descenso del 3,2%, mientras que YPF cae un 1,1%.
Reacción a medidas cambiarias y al apoyo de EE.UU.
La caída de los activos ocurre incluso tras dos señales de alivio:
Un ingreso extraordinario de dólares del sector agroexportador, tras una quita temporal de impuestos.
El respaldo público del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, quien habló de un posible swap por USD 20.000 millones y hasta compras de bonos argentinos.
Estas señales permitieron que el Banco Central sume casi USD 1.900 millones en reservas en una sola jornada. Aun así, los mercados parecen poner el foco en la sostenibilidad de estas medidas y su impacto de corto plazo.
Dólar caliente, estrategia oficial y mirada hacia octubre
El dólar mayorista cotiza a $1.340, muy cerca del techo de la banda cambiaria, y el Gobierno decidió restringir las operaciones con MEP y CCL durante 90 días para quienes accedan al mercado oficial. El objetivo es limitar maniobras especulativas y darle margen al Tesoro para seguir acumulando divisas.
En este escenario de precios volátiles, operadores coinciden en que las próximas semanas serán decisivas. El Gobierno juega su capital político en las elecciones legislativas de octubre, y el mercado observa con atención si podrá capitalizar el viento de cola que generaron las últimas medidas.