Golpe laboral en la industria bananera: Chiquita Brands echó a 6500 empleados en Panamá
La reconocida bananera estadounidense echó a casi todos sus trabajadores en Bocas del Toro, tras una huelga por recortes en las pensiones. El gobierno intenta evitar el colapso económico en la zona.
La multinacional Chiquita Brands despidió a los últimos 1.189 trabajadores que quedaban en su planta de Panamá, completando una ola de más de 6.500 cesantías. La decisión llegó tras el cierre definitivo de sus operaciones en la región de Changuinola, en la provincia caribeña de Bocas del Toro, limítrofe con Costa Rica.
El conflicto comenzó el 28 de abril, cuando los empleados iniciaron una huelga en rechazo a una reforma del sistema de pensiones que recortaba beneficios. Aunque el gobierno panameño luego restituyó esos derechos, la medida no logró frenar el colapso. En mayo, la empresa decidió cesar sus operaciones, alegando pérdidas por más de 75 millones de dólares -aunque algunos medios locales hablan de más de 100 millones.
Alerta total en la región bananera
La empresa había despedido primero a unos 5.000 trabajadores que no se presentaron durante la huelga, declarada ilegal por la Justicia. Ahora, completó el cuadro con los empleados que sí se mantuvieron activos. "Fueron suspendidos los contratos de los trabajadores diarios con vínculo vigente", detalló Chiquita en un comunicado.
La región de Bocas del Toro depende casi exclusivamente de la actividad bananera y del turismo. Según cifras oficiales, el banano es el principal producto de exportación del país, representando el 12% de las ventas externas en los primeros cinco meses de 2025.
El gobierno panameño, que ya había advertido sobre los más de 6.500 despidos, negocia con la empresa para intentar una reactivación parcial de las operaciones y evitar un desastre económico en la zona.