El clima en el sector público volvió a tensarse. Ante la posibilidad de que el Gobierno de Javier Milei avance con un recorte del 10% de la planta estatal -unos 28.000 despidos antes del 31 de diciembre-, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) analiza adelantar el paro nacional que había anunciado a fines de noviembre.

El gremio había previsto realizar la medida el día en que el Congreso comenzara a tratar la reforma laboral, pero la amenaza de despidos aceleró los tiempos. Los puestos en riesgo corresponden a organismos descentralizados como la Oficina Anticorrupción, Indec, Conicet, Coneau, ARCA, Archivo General de la Nación, Anses, Conadis, Enargas, Enre, Inta, Inti y Enacom.

Aguiar apuntó contra Sturzenegger y reclama frenar los despidos

En un mensaje directo, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, responsabilizó al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, a quien calificó de "siniestro" por impulsar recortes que afectan al personal estatal.

"Los estatales no vamos a tolerar ningún despido. Exigimos la renovación automática de todos los contratos que vencen el 31 de diciembre", afirmó Aguiar, quien remarcó que el sector público "no resiste más ajustes".

Además, cuestionó el argumento fiscal del Gobierno al sostener que los trabajadores contratados representan menos del 0,5% del presupuesto nacional, mientras que la deuda externa supera el 25%. Para el gremio, no se trata de una decisión económica, sino "ideológica".

Críticas al rumbo del Gobierno y acusaciones de favoritismos empresariales

Aguiar también apuntó contra la orientación general del Ejecutivo y cuestionó la intención de "moldear" el Estado en beneficio de grandes grupos económicos nacionales y transnacionales. Según el dirigente, la conducción laboral del Gobierno está influenciada por intereses privados, al afirmar que "la máxima autoridad laboral está en manos del equipo jurídico de Techint".

Con la tensión en aumento y miles de contratos estatales próximos a vencer, ATE se prepara para una semana decisiva que podría adelantar el paro nacional y profundizar el conflicto con la administración Milei.