Un ataque con drones impactó este martes una playa pública en el óblast de Kursk, una región rusa limítrofe con Ucrania, dejando un saldo de tres personas fallecidas y siete heridas. Entre los heridos hay un niño de cinco años en estado grave. El hecho, ocurrido en plena jornada de descanso familiar, fue calificado por Moscú como un atentado inhumano y terrorista.

Las autoridades locales señalaron que no había objetivos militares cerca del lugar. El gobernador interino, Alexander Khinshtein, relató que el ataque sorprendió a las familias en plena tarde de verano, mientras disfrutaban del descanso.

Un sargento ruso murió al intentar evacuar a civiles

Entre las víctimas mortales se encuentra un sargento mayor de la Guardia Nacional rusa, quien perdió la vida tras asistir a los heridos de la primera explosión. Según Khinshtein, el militar fue alcanzado por un segundo dron mientras ayudaba en la evacuación de civiles junto a un compañero.

Los heridos presentan quemaduras y heridas de metralla. Al menos cinco personas, incluido el niño, permanecen en estado crítico bajo tratamiento hospitalario. El operativo de emergencia se activó de inmediato y las investigaciones continúan. Las autoridades ucranianas no emitieron comentarios al respecto.

Rusia responde con misiles y acusa a Occidente

Horas después del ataque, Moscú lanzó una ofensiva con armas de largo alcance, incluidos misiles hipersónicos Kinzhal, sobre infraestructuras militares ucranianas, según informó el Ministerio de Defensa ruso.

Desde el Kremlin, la vocera de la Cancillería, María Zajárova, pidió a la comunidad internacional condenar el accionar de Kiev y responsabilizó a los países occidentales por financiar lo que llamó terrorismo contra civiles rusos.

En paralelo, Rusia también reportó un bombardeo ucraniano contra un hospital en Rilsk, otra localidad de Kursk, donde dos personas resultaron heridas. Además, aseguró haber tomado control de la localidad de Tolstói, en Donetsk.

Mientras tanto, el portavoz presidencial Dmitri Peskov expresó su esperanza en que las gestiones del exmandatario estadounidense Donald Trump puedan abrir un camino hacia el fin del conflicto.