Derrumbe del consumo: las pymes alertan por el freno de la producción y el avance de las importaciones

Las pequeñas y medianas industrias advierten que la caída del mercado interno y el aumento de importaciones amenazan la continuidad de muchas fábricas. La capacidad instalada ya está por debajo del 60%.

El panorama para las industrias argentinas no es alentador. Según el último informe del Observatorio IPA (Industriales Pymes Argentinos), el nivel de consumo continúa en picada y ya golpea de lleno a las fábricas del país. Desde el sector, advierten que más del 40% del aparato productivo está paralizado, un dato que refleja con crudeza la magnitud de la crisis.

"El plan financiero del derrame nunca llegó", aseguró Daniel Rosato, titular de IPA, quien señaló que las consecuencias de la política económica actual "dejan a muchas fábricas al borde del colapso". 

Según explicó, el informe de coyuntura de septiembre confirma lo que vienen señalando desde hace meses: sin un plan para reactivar el mercado interno, la producción nacional no tiene aire para sostenerse.

Importaciones en alza y producción nacional en caída

Mientras la industria local se frena, las importaciones no paran de crecer. En los primeros siete meses del año, aumentaron un 32%, mientras que las exportaciones solo subieron un 6%. Este desequilibrio impacta directamente en las pymes, que no pueden competir con productos del exterior en un contexto de consumo deprimido.

El informe también resalta un dato clave: la balanza comercial acumulada hasta julio cayó un 64% respecto al mismo período de 2024. En cifras: el superávit de este año alcanza apenas los u$s5.071 millones, frente a los u$s14.075 millones del año pasado.

Fábricas sin demanda y empleo en riesgo

Desde el sector pyme, la señal de alarma es clara: si no se revierte el desplome del consumo, la cadena productiva se seguirá rompiendo. 

"Cada vez hay más máquinas apagadas, más fábricas que trabajan a la mitad de su capacidad, y más trabajadores sin certezas", advirtió Rosato.

A esto se suma una advertencia contundente: el Gobierno ya anticipó que las importaciones seguirán en aumento en los próximos meses, lo que podría profundizar la crisis industrial y acelerar la pérdida de empleos en el sector.

La situación de las pymes argentinas exige respuestas urgentes. Con un mercado interno en retroceso, un dólar que encarece los insumos y un frente externo que presiona con productos importados, el tejido industrial corre serio riesgo de desintegrarse si no se implementan medidas concretas para estimular la demanda y proteger la producción nacional.

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