La Argentina volvió a marcar la cancha en el escenario internacional. En una nueva sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el gobierno ratificó su alineamiento incondicional con la estrategia de Estados Unidos para cercar al régimen de Nicolás Maduro. El embajador Francisco Tropepi no se guardó nada a la hora de describir la crisis que atraviesa Venezuela y sus consecuencias para toda la región.

Siguiendo la línea que el presidente Javier Milei ya había marcado en la última Cumbre del Mercosur, la delegación argentina apoyó las medidas de presión norteamericanas con un objetivo claro: "liberar al pueblo venezolano" de un sistema que, según denunció el diplomático, ha destrozado el Estado de derecho.

Un reclamo con nombre propio

Más allá de la geopolítica, hubo un reclamo puntual y urgente. Tropepi puso sobre la mesa la situación de Nahuel Gallo, el gendarme argentino que lleva detenido desde diciembre de 2024 y que actualmente permanece en el centro de reclusión Rodeo 1.

El embajador fue tajante: exigió la liberación inmediata de todos los presos políticos, subrayando que desde la asunción de Milei, la Argentina condena "la violación sistemática de derechos humanos, las detenciones ilegales y la desaparición forzada", tanto de opositores como de ciudadanos extranjeros e incluso menores de edad.

Crimen organizado y desestabilización regional

Uno de los puntos más fuertes del discurso fue la conexión que hizo el funcionario entre el chavismo y la inseguridad hemisférica. Tropepi advirtió que no puede haber paz real en América Latina mientras existan regímenes que dan "amparo, complicidad y connivencia" al narcotráfico y al terrorismo.

Para la Argentina, la crisis venezolana ya no es un asunto interno, sino una amenaza concreta que exporta inestabilidad. En ese sentido, recordó que Venezuela sigue suspendida del Mercosur por violar el Protocolo de Ushuaia y reiteró el reconocimiento a Edmundo González Urrutia como el legítimo ganador de las elecciones, desconociendo una vez más la autoridad de Maduro.

Respaldo de la oposición venezolana

La postura firme de la Argentina tuvo eco inmediato en los organismos de Derechos Humanos. Elisa Trotta, del Foro Argentino por la Defensa de la Democracia, celebró la intervención en Nueva York. A través de sus redes, destacó la claridad del mensaje de Tropepi y el compromiso de la gestión de Milei para acompañar la presión internacional que busca restituir la democracia en el país caribeño.