Argentina ya conoce a sus rivales para la fase inicial del Mundial 2026: Argelia, Austria y Jordania. La conformación del grupo representa una particularidad poco habitual, ya que reúne selecciones de África, Europa y Asia con estilos, ritmos y trayectorias marcadamente diferentes.

Para el cuerpo técnico argentino, el desafío pasará por adaptarse a tres propuestas de juego contrastadas en un calendario corto, competitivo y sin margen de error.

Austria, el rival europeo con mayor recorrido

Austria aparece como el rival más exigente dentro de la zona por su experiencia en torneos internacionales y por la presencia de futbolistas que compiten en las principales ligas europeas. Se espera un equipo ordenado, físico y con presión alta, un perfil que obligará a la Selección a un partido de desgaste y precisión en el manejo de la pelota.

Su estilo puede plantear uno de los duelos tácticos más interesantes del grupo.

Argelia y Jordania: riesgo si se subestima

Argelia llega como una selección imprevisible, con talento joven y mucha intensidad. Su fútbol suele apoyarse en transiciones rápidas y en el aprovechamiento del error rival. No tiene el cartel de otras selecciones africanas, pero presenta características capaces de incomodar.

Jordania se posiciona como la cenicienta del grupo, pero su papel puede ser decisivo. Históricamente, los mundiales han dado sorpresas con equipos de menor tradición aprovechando su momento y el desgaste ajeno.

Una defensa del título con exigencia desde el arranque

Para Argentina, el sorteo dejó una zona variada y desafiante, con un primer tramo que exigirá lectura de juego, rotación inteligente y contundencia. La Selección buscará revalidar su jerarquía en un torneo que estrena nuevo formato y demanda mayor regularidad desde el primer partido.