Argentina avanza con EEUU: acuerdo comercial evita nuevos aranceles de Trump
Mientras Trump endurece su postura con otros países, el Gobierno de Milei sella un entendimiento clave con Washington que exime a productos argentinos de impuestos de importación.
En un contexto de tensiones globales impulsadas por la renovada ofensiva arancelaria de Donald Trump -ahora también contra Brasil-, la Argentina logró un importante avance comercial. Luego de meses de negociaciones reservadas, el Gobierno de Javier Milei cerró un principio de acuerdo con la administración republicana para exceptuar del pago de aranceles a una amplia gama de productos nacionales que ingresan al mercado estadounidense.
El anuncio oficial se espera para los próximos días, aunque su difusión dependerá más del clima político en Washington que de la Casa Rosada. La negociación fue liderada por el canciller Gerardo Werthein y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
Exenciones para el 80% de los productos, pero con excepciones clave
El acuerdo contempla beneficios arancelarios para entre el 70% y el 80% de las exportaciones argentinas actuales a Estados Unidos. Sin embargo, el acero y el aluminio seguirán sujetos a los impuestos vigentes, ya que ambos rubros fueron señalados como sectores estratégicos por Trump desde el inicio de su gestión.
Aunque aún no se difundieron todos los detalles del paquete, fuentes oficiales confirmaron que la Argentina evitó sanciones comerciales similares a las impuestas a Brasil, donde la relación entre Trump y Lula da Silva se tensó en los últimos días.
Sintonía política Milei-Trump: una carta fuerte en la negociación
Desde el oficialismo no ocultaron que el vínculo personal e ideológico entre Javier Milei y Donald Trump influyó en el rumbo de la negociación. En contraste con la situación brasileña, donde el enfrentamiento entre Trump y Lula escala, en la Casa Rosada destacan que por la buena relación entre Milei y Trump, la Argentina no recibió advertencias ni está en la mira.
El entendimiento, más allá de lo comercial, refuerza la estrategia internacional del Gobierno: alineamiento con Washington y respaldo a los postulados de la administración republicana, en un momento donde la relación con China -otro socio clave- sigue siendo una incógnita.