Antes de reunirse con Trump, Zelensky marcó las "líneas rojas" para un acuerdo de paz

El presidente ucraniano dejó en claro que no negociará la integridad territorial ni el control de la central nuclear de Zaporizhzhia, en la previa del encuentro clave con el mandatario estadounidense en Florida.

En la antesala de su reunión con Donald Trump, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, expuso con claridad cuáles son las "líneas rojas" que condicionarán cualquier negociación de paz impulsada por Estados Unidos. Entre los puntos innegociables mencionó la defensa de la integridad territorial, el control nacional de la central nuclear de Zaporizhzhia y la necesidad de garantías de seguridad sólidas para la población.

Las definiciones llegan en un contexto de máxima tensión, tras una nueva ofensiva rusa que incluyó cientos de drones y misiles sobre Kiev y otras regiones del país, y refuerzan la postura ucraniana frente al plan de paz que Washington busca poner sobre la mesa.

Territorio, Zaporizhzhia y garantías de seguridad

Zelensky subrayó que cualquier decisión vinculada a una eventual cesión territorial deberá contar con el aval de la sociedad ucraniana, ya sea mediante un referéndum o a través de cambios legislativos. "Existen líneas rojas para Ucrania y para el pueblo ucraniano", remarcó, al insistir en que ni la soberanía territorial ni la central nuclear ocupada por Rusia son materia de negociación.

El mandatario también exigió que observadores internacionales puedan acceder a todas las regiones del país, incluidas las zonas ocupadas, y reclamó condiciones de seguridad plenas para eventuales elecciones o consultas populares. "Los cielos deben ser seguros y la seguridad debe estar garantizada en todo nuestro territorio", afirmó.

El plan de paz de Estados Unidos y las tensiones con Kiev

La propuesta más reciente de Washington contempla un plan de 20 puntos que incluye congelar la línea del frente, crear zonas desmilitarizadas en el este de Ucrania y un eventual control conjunto -entre Estados Unidos, Ucrania y Rusia- de la central de Zaporizhzhia. Ese esquema abriría la puerta a que Kiev pierda hasta un 20% del territorio en Donetsk, uno de los puntos más resistidos por el gobierno ucraniano.

Ucrania logró introducir cambios a un borrador inicial que consideraba favorable a Moscú, incorporando garantías de seguridad, apoyo económico y compromisos de reconstrucción con respaldo de la Unión Europea. Sin embargo, persisten fuertes desacuerdos sobre el futuro del Donbás y la organización de referéndums bajo supervisión internacional.

Escalada militar y presión internacional

Las declaraciones de Zelensky se produjeron tras un ataque masivo ruso que dejó al menos dos muertos, decenas de heridos y más de un millón de hogares sin electricidad, profundizando el impacto sobre la infraestructura energética. Francia y Canadá condenaron los bombardeos, mientras que líderes europeos reiteraron su apoyo a una paz "justa y duradera" que preserve la soberanía ucraniana.

En paralelo, Zelensky mantuvo contactos con autoridades de la Unión Europea, que reafirmaron su respaldo político, económico y diplomático, y la necesidad de mantener sanciones contra Rusia.

A este escenario se suma una crisis política interna, con denuncias de corrupción en el Parlamento y en el sector energético, que complica la posición del presidente ucraniano en plena negociación internacional.

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