Aysa regresó al mercado de capitales con una emisión por $30.000 millones a través de un fideicomiso financiero, en el marco del proceso de privatización definido por la Ley Bases. Se trató de la primera operación de este tipo realizada por la compañía desde el período del macrismo y se dio antes de avanzar con la venta de la mayoría accionaria que hoy está en manos del Estado.

La empresa presta el servicio público de agua potable y cloacas en el Área Metropolitana de Buenos Aires y alcanza a unos 15 millones de usuarios.

Una colocación sin aval estatal y con cesión de ingresos futuros

Según informó Aysa, la emisión tuvo una demanda superior al monto ofertado y tuvo como objetivo reforzar el capital de trabajo de la compañía. El fideicomiso se estructuró a partir de la cesión del 100% de los derechos de cobro de flujos futuros originados por pagos realizados mediante tarjetas de crédito y débito a través de canales electrónicos y telefónicos.

Desde la empresa remarcaron que la operación no contó con garantías ni avales del Estado nacional, ya que se respaldó con activos propios. En ese sentido, fuentes oficiales señalaron que la colocación permitió evaluar la respuesta del mercado ante un instrumento financiero sin respaldo estatal directo.

La tasa de interés se fijó en Tamar más 6,8%. En la compañía no descartaron nuevas emisiones a futuro, entre ellas una posible obligación negociable, aunque admitieron que ese escenario podría coincidir con una Aysa ya privatizada.

El marco legal y los cambios previos a la venta

La privatización de Aysa quedó habilitada con la sanción de la Ley Bases, que autoriza la transferencia al sector privado del 90% del capital accionario, mientras que el 10% restante quedará en manos de los trabajadores.

El proceso se formalizó a través del decreto 493/2025, que estableció el marco regulatorio para el traspaso del control de la empresa. Entre las modificaciones introducidas se incluyó la posibilidad de interrumpir el servicio por falta de pago, incluso en usuarios residenciales, con el objetivo de mejorar la ecuación económica de la compañía antes de su venta.

De acuerdo con datos oficiales, Aysa recibió aportes del Tesoro Nacional por unos US$13.400 millones entre 2006 y 2023 para cubrir su déficit operativo, lo que motivó un proceso de saneamiento del balance y un plan de inversiones de transición enfocado en el mantenimiento de la red.

Cuándo se lanzará la licitación para privatizar Aysa

Si bien el Gobierno analizaba lanzar el llamado a licitación antes de fin de 2025, finalmente se prevé que el proceso se inicie durante el primer trimestre de 2026, con febrero como mes tentativo.

Mientras tanto, la actual conducción de Aysa, encabezada por Alejo Maxit, avanza con un esquema de inversiones transitorias y trabaja en un plan de largo plazo que sería presentado en 2026, ya bajo la eventual gestión de los nuevos dueños.