Amenaza de bomba en Ezeiza

El vuelo AR1411 de Aerolíneas Argentinas fue evacuado por una amenaza de bomba que obligó a activar el protocolo de emergencia en Ezeiza. Horas antes, un explosivo detonó en la oficina del hermano del ministro Cúneo Libarona. No hubo heridos en ninguno de los dos casos.

Dos episodios con artefactos explosivos encendieron las alertas en las últimas horas. El primero ocurrió en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde una amenaza de bomba obligó a evacuar un avión recién llegado desde Mendoza. El segundo, en el estudio jurídico del hermano del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, donde un artefacto efectivamente explotó, aunque sin dejar heridos.

El miércoles por la noche, una llamada telefónica anónima alertó sobre la supuesta presencia de un explosivo en el vuelo AR1411 de Aerolíneas Argentinas. La Policía de Seguridad Aeroportuaria activó de inmediato el protocolo y aisló el avión. Durante varias horas se suspendieron y desviaron vuelos, generando demoras y tensión en plena temporada alta. Cerca de las 22, el operativo fue levantado sin hallazgos, pero con una investigación abierta a cargo del Departamento Antiterrorista de la Policía Federal. Hasta ahora no hay detenidos y se intenta identificar al autor del llamado.

Pocas horas antes, en un edificio de oficinas donde trabaja Matías Cúneo Libarona, hermano del ministro de Justicia, se registró la explosión de un artefacto explosivo en la recepción del estudio. El propio funcionario reveló el hecho en redes sociales, descartando un móvil político y atribuyéndolo al desequilibrio mental del atacante, quien ya habría sido identificado. La detonación no dejó víctimas ni lesionados, pero sí preocupación por la facilidad con la que se logró ingresar el explosivo.

Ambos casos están siendo investigados por separado, pero comparten el contexto de tensión y alarma pública. Mientras en Ezeiza el foco está puesto en identificar al autor de la amenaza y sus motivaciones -en medio de rumores sobre internas gremiales frustradas-, el ataque en la oficina del ministro fue vinculado a un hecho aislado sin connotaciones políticas, aunque con potencial destructivo confirmado.

Los dos incidentes pusieron a prueba los protocolos de seguridad y encendieron las alarmas en un momento de alta circulación de pasajeros y actividad institucional. 

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