Un relevamiento nacional de Inquilinos Agrupados reveló una dura realidad que atraviesan miles de familias en todo el país: el 67% de los hogares destina entre el 30% y el 50% de sus ingresos al pago del alquiler. La situación es aún más crítica para un 14% de los encuestados, que indicó gastar más del 60% de sus ingresos mensuales solo en el techo.

En el caso de los jubilados, el panorama no mejora: el promedio del ingreso que destinan al alquiler es del 49%, dejando poco margen para cubrir otros gastos esenciales.

Endeudamiento y recortes en alimentación y salud

El informe también destaca un preocupante nivel de endeudamiento estructural: el 72% de los hogares arrastra deudas. De ese total:

El 56% está endeudado con tarjetas de crédito

El 44% por la compra de alimentos

El 32% por el pago del alquiler

El 32% por gastos en salud

Además, el 66% de las familias debió reducir su consumo de alimentos, un 53% recortó en salud y un alarmante 94% dejó de realizar salidas o actividades recreativas.

Aumentos frecuentes y miedo al desalojo

En cuanto a la actualización de los contratos, el 78% de los inquilinos sufre aumentos cada seis meses y el 55% tiene ajustes según la inflación (IPC). Solo el 16% accede a contratos con ajustes anuales.

El 89% de los inquilinos encuestados expresó su temor a no poder pagar el alquiler en los próximos meses, lo que refleja una creciente inseguridad habitacional.