En una nueva audiencia del juicio contra Leonardo Cositorto en Salta, las víctimas describieron ante el tribunal cómo funcionaba la maquinaria de Generación Zoe en la provincia. Relataron que fueron atraídas a través de capacitaciones virtuales, eventos presenciales y promesas de rendimientos altos, que terminaron en estafas.

El líder de la organización enfrenta cargos por 118 hechos de estafa y asociación ilícita, junto a otros cuatro imputados locales. Durante las exposiciones, los testigos contaron que asistieron a eventos organizados en Salta, Carlos Paz e incluso en México, donde todo estaba cubierto, generando una apariencia de éxito.

Coaching, criptomonedas y promesas incumplidas

Uno de los testigos narró que conoció Generación Zoe por cursos de coaching. Invirtió en productos como "robots" financieros y recomendó el esquema a familiares y amigos. A cambio, recibía comisiones por cada nuevo ingresante. También participó en las ceremonias de la "Universidad Zoe", el nombre con el que la organización buscaba dar legitimidad a sus actividades.

Otro damnificado, empleado del Servicio Penitenciario, dijo haber invertido en Zoe Cash, la criptomoneda creada por la organización. Cuando estallaron las denuncias, ya no tenía fondos en su billetera virtual.

Ambos relataron la frustración y enojo que sintieron cuando dejaron de recibir ganancias, lo que los motivó a denunciar judicialmente.

Un juicio con impacto nacional

La causa en Salta se suma a múltiples procesos judiciales en todo el país contra Cositorto, quien ya fue condenado a 12 años de prisión en Corrientes. En su declaración ante el tribunal, el empresario volvió a culpar a la Justicia por el bloqueo de fondos que, según él, impidió el pago a los inversores.

Sostuvo que había recursos disponibles en ciudades como Goya y Buenos Aires que podrían haber sido devueltos, pero fueron incautados. "La deuda es mínima comparada con el volumen total que manejaba la empresa", dijo.