Sin IA, no hay trabajo: cada vez más empresas exigen dominar la inteligencia artificial

Compañías como Duolingo, Meta, Shopify y Box ya incorporan la IA como una herramienta obligatoria en sus operaciones. Para muchos, saber usarla se volvió un requisito laboral.

Lo que antes parecía un plus, ahora es una condición: en empresas tecnológicas como Duolingo, Shopify, Box, Meta o Zapier, el uso de herramientas de inteligencia artificial dejó de ser opcional. En varios casos, incluso se evalúa el desempeño de los empleados según cómo integran la IA en sus tareas diarias.

Luis von Ahn, CEO de Duolingo, fue directo: la empresa dejará de contratar para tareas que puedan ser automatizadas. En un memorándum que publicó en LinkedIn, señaló que se priorizará a quienes dominen la IA y se exigirá su uso en todas las áreas. Aunque la reacción fue negativa en parte del público -con usuarios preocupados por la calidad de la enseñanza de idiomas-, el empresario insistió en que la IA "acelerará el trabajo con igual o mejor calidad".

Shopify, por su parte, pidió que todos sus trabajadores aprendan a aplicar inteligencia artificial. El CEO Tobi Lütke aseguró que esta tecnología cambiará por completo el funcionamiento interno. En Meta, en tanto, se comenzó a reemplazar evaluaciones humanas por IA en áreas como la privacidad, delegando a las personas los casos más complejos.

Una transformación que avanza entre elogios y críticas

La tendencia no se limita al sector tecnológico: plataformas como Fiverr o Zapier también demandan habilidades en IA como condición de ingreso. En Fiverr, su CEO, Micha Kaufman, dijo que la IA eliminará miles de empleos, e instó a su equipo a capacitarse cuanto antes para no quedar afuera del mercado.

Sin embargo, no todos lo ven con buenos ojos. Algunos expertos y exempleados advierten que estas políticas priorizan la eficiencia por sobre la calidad humana. La consultora Kristine Schachinger criticó la "fe ciega" en herramientas que aún presentan fallas. Chris Craig, CEO de West Hollywood, fue tajante: "IA primero = empleados después. Esto es un mal liderazgo".

En medio de la fiebre por automatizar, hay casos como el de Klarna, una fintech sueca que redujo un 38 % su plantilla y atribuyó a su IA interna funciones equivalentes a 800 puestos. Aunque logró bajar costos, su CEO reconoció que fueron demasiado lejos y que ahora buscarán recuperar el "toque humano".

¿El futuro del trabajo o una moda que pasará?

La integración de IA parece inevitable. Microsoft, Google y Zoom ya la incorporan en casi todos sus productos, y los expertos creen que será cada vez más difícil trabajar sin herramientas como ChatGPT, Copilot o Gemini. Aaron Levie, de Box, lo resumió así: "Probablemente estamos en la última generación que puede trabajar en tecnología sin saber programar IA".

Aun así, el riesgo de avanzar sin planificación está latente. Emily Rose McRae, de Gartner, advirtió que muchas empresas podrían frustrar a sus trabajadores al imponer la IA sin ajustar estructuras ni flujos de trabajo. El equilibrio, coinciden varios directivos, será clave para que la inteligencia artificial no reemplace a los empleados, sino que potencie sus capacidades.

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