11 de septiembre: identificaron a tres víctimas del atentado tras 24 años
Una de esas personas se mantiene su nombre en secreto a pedido de su familia.
A casi 24 años de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la tecnología forense sigue dando pasos adelante. En las últimas semanas, las autoridades de Nueva York lograron identificar los restos de tres víctimas gracias a nuevas pruebas de ADN, realizadas sobre fragmentos diminutos que permanecían sin nombre desde aquel trágico día.
Los identificados recientemente son Ryan D. Fitzgerald, un joven corredor de divisas de 26 años; Barbara A. Keating, ejecutiva jubilada de 72 años; y una tercera mujer, cuyo nombre fue reservado por pedido de su familia. Todos murieron cuando los aviones secuestrados por Al Qaeda impactaron contra el World Trade Center.
Una promesa que la ciencia sigue cumpliendo
Según explicó el doctor Jason Graham, jefe de médicos forenses de la ciudad, cada nuevo hallazgo es más que un dato científico: es una forma de honrar a quienes murieron y dar algo de paz a sus seres queridos. "Seguimos trabajando con cada avance tecnológico, porque las familias lo merecen", aseguró en un comunicado.
Los restos fueron encontrados hace más de 20 años, pero las técnicas de análisis han evolucionado enormemente desde entonces. La exposición a factores como el fuego, el sol o las bacterias había deteriorado gravemente el material genético, pero hoy, con métodos mejorados, esas barreras se están superando.
Historias que vuelven a la luz
Barbara Keating viajaba en el vuelo 11 de American Airlines cuando fue secuestrado. Volvía a su casa en California tras pasar el verano en Cape Cod. Había dedicado su vida a los servicios sociales y, ya jubilada, era parte activa de su comunidad religiosa.
Ryan Fitzgerald, por su parte, vivía en Manhattan y trabajaba en una firma financiera en una de las torres. Además de estar cursando una maestría en negocios, había comenzado a imaginar un futuro junto a su novia.
El hijo de Barbara, Paul Keating, expresó su asombro por el compromiso de los investigadores. Reveló que fue posible identificar a su madre gracias al ADN extraído de un cepillo de pelo y comparado con muestras familiares. Hasta ese momento, lo único que se había recuperado de ella era un fragmento de su tarjeta bancaria.
Casi 3.000 vidas que siguen presentes
Los atentados del 11-S dejaron un saldo de casi 3.000 muertos, de los cuales más de 2.700 perdieron la vida en el derrumbe de las Torres Gemelas. El trabajo de identificación continúa como una forma de memoria activa, impulsada por la ciencia y sostenida por la necesidad humana de cerrar heridas.