El papa Francisco mantuvo un breve pero emotivo diálogo con la prensa el pasado Jueves Santo, durante su visita a la cárcel de Regina Coeli en Roma. Fue su última entrevista antes de fallecer este lunes a los 88 años, tras una larga recuperación por una neumonía bilateral.

A pesar de su frágil estado de salud, el sumo pontífice no perdió su particular humor. Consultado sobre cómo se sentía tras más de un mes internado, respondió con ironía: "Me siento sentado".

Reflexiones desde la cárcel y un mensaje de cercanía

Durante su visita a los reclusos, Francisco volvió a mostrar su cercanía con quienes están privados de su libertad. "Cada vez que visito este lugar me pregunto, ¿por qué ellos y no yo?", reflexionó ante los micrófonos. También recordó una frase que había pronunciado en diciembre: que una cárcel también puede convertirse en una basílica si hay transformación interior.

Cuando los periodistas le preguntaron cómo vivía la Semana Santa tras su internación, el papa contestó con una sonrisa: "Las vivo como puedo".

La última Pascua de Francisco: miles de fieles y un mensaje de paz

Un día antes de su muerte, Francisco participó de la bendición "Urbi et Orbi" desde el balcón de la basílica de San Pedro. A pesar de su debilidad, saludó a los fieles, bendijo a bebés y pidió rezar por la paz en el mundo. Luego delegó la lectura del mensaje pascual al maestro de ceremonias, Diego Ravelli.

Su presencia, aunque breve, emocionó a los más de 35.000 fieles presentes. El papa apareció en silla de ruedas, sin oxígeno asistido, y solo pronunció: "Feliz Pascua".