VIDEO: la inflación dispara el consumo de pollo y cae la carne vacuna
Cada vez más argentinos eligen el pollo como alternativa económica frente al aumento de la carne vacuna.
Durante una recorrida en vivo por el Mercado Municipal Dorrego, el equipo de Enterate Play conversó con comerciantes sobre cómo la inflación está modificando los hábitos de compra, en especial en lo que respecta al consumo de carne.
Según los vendedores, el pollo se convirtió en la opción más elegida, especialmente entre jubilados y familias que buscan estirar el presupuesto sin resignar calidad.
Hoy con lo que pagás un kilo de costilla, te llevás tres de patamuslo o dos de suprema en oferta, explicó uno de los comerciantes.
La diferencia de precios es clave: mientras el kilo de patamuslo ronda los $3.500, las promociones permiten conseguir tres kilos por $8.400. En el caso de la suprema, dos kilos llegan a los $13.400.
El precio manda: opciones variadas y más accesibles
Frente al encarecimiento de la carne vacuna, los consumidores exploran alternativas dentro del mismo rubro avícola. Filets, albóndigas, hamburguesas, alitas y hasta menudos ganan popularidad en las góndolas por su precio competitivo y la posibilidad de adaptarse a distintas recetas.
"El surtido es lo que más se vende", explican desde uno de los locales. Los clientes alternan entre productos según la comida que piensan preparar en el día. Además, los comerciantes señalan que hubo una leve baja en los precios mayoristas, lo que permite trasladar algunas ofertas al público. Aunque el alivio aún es limitado, contribuye a sostener el consumo.
Inflación y consumo: una cadena con varios eslabones
El incremento en la venta de pollo no es casualidad. Los comerciantes coinciden en que se trata de una consecuencia directa de los aumentos generalizados y de la necesidad de encontrar un equilibrio entre precio y calidad. "Es todo una cadena. Si baja el precio del proveedor, la gente puede comprar más. Pero hasta que no se ordene la macroeconomía, va a ser difícil lograr estabilidad", reflexionan.