El legislador tucumano José Orellana rompió el silencio tras presentar formalmente su renuncia a su banca en la Legislatura. Lo hizo en una entrevista transmitida en vivo para Enterate Play, en la que explicó los motivos que lo llevaron a dar este paso, en medio de una condena judicial por un caso de acoso sexual.

"Fui acusado de darle un beso en la oreja a una persona. Nunca hubo violencia, ni abuso, ni nada de eso", afirmó Orellana. 

Finalmente, recibió una condena de tres años de prisión condicional e inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Pese a insistir en su inocencia, el dirigente afirmó que su decisión fue "por respeto institucional" y destacó que no esperó a ser intimado por la Cámara: "Hice lo que correspondía".

Críticas a la Justicia y denuncia de "operación política"

Durante su declaración pública, el ex intendente de Famaillá dejó entrever que detrás de su condena pudo haber un trasfondo político. "Esto fue una operita, se manejaron las cosas de forma muy desproporcionada. Una pena condicional no puede tener como consecuencia una condena perpetua en lo político", apuntó.

Si bien dijo no tener "nada contra la Justicia", remarcó que el juez que llevó su causa fue objetado numerosas veces por el peronismo. "A veces te toca estar abajo, pero después nos volvemos a encontrar", sentenció, en tono desafiante.

Un adiós a la banca, pero no a la política

Orellana también dejó claro que su renuncia no implica el final de su carrera política. "Dejo la banca, pero no el escenario. Estoy más entero que nunca", afirmó. Y agregó: "Voy a seguir militando, armando equipos, formando dirigentes. Al peronismo le debo mucho y le voy a devolver todo lo que pueda".

En su lugar asumirá Patricia Lisalde Raga, ex intendenta de Famaillá, quien ocupaba el siguiente puesto en la lista legislativa. Orellana destacó su figura como "una muy buena persona".

El mensaje final del ahora ex legislador fue para sus votantes: "A los que me bancaron siempre, gracias. Estamos de pie. Esto es un tropiezo, pero no el final".